Sucedió en el Golfo de México
Nos trasladamos a la ciudad de Mobile, en el sur de Alabama. Apenas empezaba el año 2019 cuando unas imágenes captadas por las cámaras de seguridad grabaron el momento en el que un hombre se desprendió de lo que parecía ser una simple caja de pañales vacía.
Una mujer escuchó maullidos
Todo comenzó cuando una mujer escuchó lo que creía que eran maullidos de un gato en la calle. Tras mirar por todas partes, no vio ningún animal por la zona, pero aun así se quedó extrañada porque seguía escuchando unos leves maullidos de auxilio. Por ello, acudió a un refugio de cerca de su casa para hacerles ver sus sospechas.
Los voluntarios se personaron en la zona y comenzaron a buscar por la zona, pero todo parecía en vano.
Los maullidos parecían venir de ninguna parte. Abriendo un poco más su radio de búsqueda, los voluntarios vieron una caja de pañales de la marca Pampers allí abandonada.
Cuando se acercaron y abrieron aquella caja de cartón descubrieron, horrorizados, que efectivamente había un gatito en su interior.
Una visita necesaria al veterinario
El pequeño felino estaba asustadísimo. Llevaba allí muchas horas sin poder salir y su destino parecía condenado a una muerte segura porque el pobre animal ni siquiera tenía una manta para protegerse del frío. Los voluntarios lo trasladaron de inmediato al veterinario, que pudo salvarle la vida.
El profesional médico examinó al pequeño felino, al que bautizaron como Bing, y concluyó que había llegado en muy pésimas condiciones de salud tras su abandono. El gato, que apenas tenía unas pocas semanas de edad, estaba muy delgado y sufría un caso leve de tiña, -una de las enfermedades más comunes en la piel de los gatos-.
Una vez tratado convenientemente, el pequeño gato recibió el apoyo de la asociación Proyecto Purr Animal Rescue. Tras recibir los cuidados necesarios, lo pusieron en adopción.
En cuanto al culpable de su abandono, seguramente no contaba con que fue filmado sin saberlo en el momento de depositar la caja de pañales (con el gato dentro) en plena calle junto a un edificio.
A continuación, un pequeño vídeo del pequeño Bing jugando con un 'hermanito' en el refugio que los acogió.
