Esta triste historia encierra tras de sí un pasado que suponemos desolador. Y tuvo lugar en España, concretamente en Cantabria, por lo que otra vez denunciamos un caso de extrema maldad con los animales que podría estar ocurriendo en la casa de al lado.
Aunque el caso fue en 2019, no está demás recordar que ante la más mínima sospecha, nunca está de más una llamada a las autoridades pertinentes.
Un perro que "casi no podía mantenerse en pie"
La Guardia Civil de Cantabria dio un animal que "casi no podía mantenerse en pie" y estaba en tan mal estado que casi no sabían ni de qué se trataba. El perro, un Alaskan Malamute, presentaba un estado de desnutrición flagrante, así como altísimo nivel de suciedad y no tenía seguimiento veterinario alguno.
El culpable, un hombre de 35 años de edad que era propietario de un perro cuyo estado físico era tan deplorable que llegó hasta el punto de alertar a las autoridades.
Una protectora da la voz de alerta
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) tuvo conocimiento del caso cuando una protectora de animales informó de la recogida de un perro en "aparente mal estado de salud". El pequeño vagaba como si fuese un indigente deambulando por la localidad de Requejada, una pequeña población de poco más de mil habitantes situada en el municipio de Polanco.
Los agentes de SEPRONA iniciaron la investigación tras constatar el pésimo estado físico del animal. Y es que hablamos de un Alaskan Malamute, una raza cuyo peso normal oscila entre los 35 y 40 kilos, que tan sólo pesaba 17 kilos.
El dueño, localizado e investigado
El presunto dueño del perro fue identificado y localizado tras realizar una serie de pesquisas y rápidamente se presentaron contra él las diligencias oportunas el pasado 17 de abril de 2019. Actualmente se le mantiene en calidad de investigado como autor de un delito de maltrato animal.
Desde el SEPRONA insisten en que el estado de desnutrición del perro era tal que "casi no podía mantenerse de pie". Además, presentaba una "ausencia de limpieza absoluta" y los efectivos averiguaron que carecía de seguimiento veterinario, habiendo recibido la última vacuna en el año 2012.