Pudo ser una catástrofe
Por razones de seguridad las normas obligan a que los coches sean revisados antes de entrar en la trituradora de chatarra. Esto incluye una revisión exhaustiva para asegurar que en el interior no hay nada de valor. A veces los dueños olvidan cosas que merecen ser recuperadas. También en este caso el empleado de la fábrica cumplió con las ordenanzas e hizo la revisión...
Un inesperado descubrimiento
Detrás del asiento del conductor, en el espacio para los pies del asiento traseró descubrió que había paja. Además, del interior emanaba un leve crujido. El trabajador deslizó sus manos debajo del asiento y tanteó algo suave y esponjoso.
Tres de los gatitos se encontraban muy débiles, casi a punto de morir por inanación. Un cuarto ya había fallecido. Inmediatamente el operario paró la prensa hidráulica y avisó a la Policía.
Esta llevó a los mininos al veterinario, que los examinó y les ofreció las primeras atenciones. Los tres sobrevivieron, solo uno de ellos tenía una leve infección ocular que fue tratada de urgencia.
Los gatitos fueron entregados al Berlin Animal Shelter. Los bautizaron con los nombres de Feline, Fred y Ferdi y buscaron familia para los tres.
Berlín, llena de gatos
La sospecha es que una gata salvaje había parido a los mininos en el automovil, que llevaba mucho tiempo abandonado y estacionado en una calle de la capital alemana. Según la portavoz de Berlín Animal Shelter, Annette Rost, hay alrededor de 10.000 gatos salvajes en Berlín, la mayoría de ellos sin castrar.