Pastores alemanes con bebés
Un día más, nos llegan unas tiernas imágenes que muestran la realidad de la convivencia entre un bebé y sus queridos perros, dos imponentes pastores alemanes a los que muchas personas temerían.
En el vídeo de dos minutos de duración tenemos a un bebé escondiéndose de dos enormes perros negros en el salón de una casa ¿Qué puedes esperar? ¿Una escena de miedo? ¿Quizás cierta tensión en el ambiente? Nada de eso. El pequeño huye de los pastores alemanes, especialmente con uno más juguetón, y se muestra encantado con la persecución canina.
Ausencia total de miedo
Carreritas por la habitación y risas, muchas risas. El bebé se lo pasa en grande con sus hermanos mayores. Ellos, los perros, lo miran con ternura y cierta ingenuidad, sin terminar de entender qué le hace tanta gracia a su pequeño amigo humano.
Lo más llamativo y curioso es observar la ausencia completa de miedo en un niño que se ha criado con dos perros. El conocimiento y el cariño han hecho todo el trabajo. El niño no tiene la más mínima sensación de temor. No existe ese sentimiento en su interior.
El momento más dulce se produce cuando el bebé se tropieza con la alfombra y su perro se acerca preocupado por si se ha hecho daño. Rápidamente se levanta y continúan las carreras y las carcajadas. No ha pasado nada.
El carácter del pastor alemán es comparable a su belleza; este perro se encariña fácilmente con sus amos y es capaz de mostrar una gran lealtad con valentía y afecto. Ya sabemos que esta mascota se lleva muy bien con los niños y es especialmente sumiso con ellos.