El pasado mes de octubre, Frances Castaldo fue a una tienda de animales de Lynbrook (EE.UU.) para comprar un cachorro.
En cuanto vio a Buttons, un cachorro de chihuahua, se enamoró de él y decidió comprarlo sin pensarlo. Desgraciadamente, el animal no gozaba de buena salud. Tanto el perro como su dueña vivieron un auténtico calvario cuando descubrieron qué tenía el cánido.
Un cachorro enfermo
Tal y como informan medios locales, la propietaria de Buttons se dio rápidamente cuenta de que el perro tenía algo. Se encontraba aletargado y, sin dudarlo, su cuidadora lo llevó al veterinario al día siguiente de comprarlo.
Y allí, en la consulta veterinaria, el diagnóstico le cayó como un jarro de agua fría. El doctor le explicó que Buttons tenía parásitos mientras su estado de salud empeoraba por momentos: vómitos, diarrea, pérdida de apetito...
Para curar a Buttons fueron necesarias varias visitas a la clínica y diversos tratamientos. En total, Castaldo dice haber gastado alrededor de 5.000 euros en el veterinario.
Ahora la mujer pretende que la tienda de animales le reembolse tanto los gastos de compra del cachorro como la factura veterinaria íntegra.
Aunque lo más importante es que Buttons se encuentra mejor y su propietaria no cesará de cuidar de él.
Una tienda de animales conocida por la Justicia
Hace casi un año, la oficina del fiscal general presentó una demanda contra la tienda de mascotas prohibiéndole la compra y venta de cachorros después de que una investigación revelara que el comercio había fabricado certificados sanitarios falsos y había mentido sobre la salud, las razas y el origen de sus cachorros a los clientes.
Esta prohibición se levantó en abril de 2022.
En cuanto a Buttons, la tienda de animales emitió un comunicado en el que afirmaba que había ayudado a Frances Castaldo en todos los procedimientos que realizó para su cachorro. También declaró que ya había pagado parte del tratamiento veterinario y que estaba esperando los recibos para pagar las demás facturas.
También te puede gustar: