Las manchas rojas en la barriga de su gato hicieron sospechar a Elisha que algo no iba bien. Estaban extendidas por toda su panza y eran heridas con costras, así que acudió de inmediato al veterinario.
En consulta le dijeron que se trataba de una Urticaria Pigmentosa, una afección de la piel que causa llagas con costras en el cuerpo y que es muy frecuente en la raza felina sphynx, justo la de su gato.
Al parecer la Urticaria Pigmentosa es un trastorno genético que suele salir entre los cuatro y seis meses de edad. Y a Simba, como se llama el gato, aunque le iba y venía en un principio, lo desarrolló a los cuatro meses.
Desde el punto de vista dermatológico, los profesionales decidieron suministrarle la medicación habitual excepto por una, el Apoquel. "Solo se ha demostrado útil para los perros, pero lo hemos usado para Simba".
Según fueron pasando los días, vieron que ese medicamento indicado en un primer momento solo para gatos, ayudó a interrumpir la producción de más células.
Tras 24 semanas de tratamiento, la piel de Simba parecía otra. Clara y lisa como la del cachorro que es. Esta es la imagen:
A este gatito de ojos que encandilan le quedan todavía varios días de tratamiento para asegurar que todo marcha bien. Recuerda, ante cualquier anomalía con tu gato, acude rápidamente a tu veterinario de confianza.
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