Hank era solo un cachorro cuando un transeúnte lo encontró solo en el bosque. Pero en lugar de correr lleno de emoción como se podría esperar de un perro joven, simplemente se sentó en su vieja cama.
El perro se veía demasiado triste, rodeado de juguetes viejos y una bolsa cerrada de comida.
Abandonado y solo
Al darse cuenta rápidamente de que algo andaba muy mal, la persona llamó a un refugio de animales local para pedir ayuda.
Cuando los trabajadores del refugio llegaron al bosque, su preocupación inicial fue que el perro pudiera estar a la defensiva y ser agresivo con ellos. Afortunadamente, pronto descubrieron que Hank era un perro increíblemente dulce y lleno de amor.
Rápidamente llevaron al perro al veterinario, donde se descubrió que el pobre cachorro tenía una pata rota, con la que había estado viviendo sin tratamiento durante más de dos semanas. Sus rescatistas se dieron cuenta de que no se había movido de su cama en el bosque porque tenía demasiado dolor.
Un futuro brillante para Hank
Como estaba claro que Hank requería una cirugía extensa, lo transfirieron a un hospital veterinario para que lo operaran y se recuperara una vez que ganara algo de peso. Mientras tanto, recibe la mejor medicina de todas: mucho amor y mimos de todo el personal del hospital.
Desde que la historia de Hank se compartió en las redes sociales, las solicitudes de adopción se han desbordado por él. Sin embargo, pasará un tiempo antes de que esté listo para ser adoptado.
Lo más importante es que ahora está a salvo y recibe todo el amor y la atención que se merece.
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