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Dante con su humano fallecido

© Twitter: @Viccoronado

La historia de Dante, el husky que murió "de tristeza" después de que lo hiciera su dueño

Por Rocío R. Gavira Periodista

Publicado el

Primero Víctor perdió a su novio, hecho que afectó tanto a su perro que murió al poco tiempo "de tristeza".
 

Dante era el husky de Víctor y Eliot, una familia que se completó más tarde con Nova. Sin embargo, en un corto período de tiempo, Víctor perdió a dos de estos seres queridos, primero fallecería su novio y unos días después su perro

El diagnóstico final de la veterinaria de Dante fue claro: el perro murió "de tristeza". La pena puede superar tanto a un perro que "sus defensas bajan de tal forma que enferman en cuestión de días", cuenta Víctor en su hilo de Twitter. 

Ahí fue el joven comprendió lo que ocurrió de verdad. "Creo que Dante decidió seguir al amor de mi vida cuando falleció". El husky era un perro sano y lleno de energía a sus 8 años de edad. 

Víctor explica que su novio y Dante estaban muy unidos. "Eliot lo consentía mucho y Dante era súper chipilon –cariñoso en castellano – con él. Así podían estar todo el día".

Cuando Eliot murió, Víctor describe cómo estaban los perros. "Solo me veían llorar, yo trataba de ser fuerte por ellos, pero no podía. Un día, me senté con ellos, los acurruqué y les dije que Eliot los quería mucho, que desde allá los iba a cuidar"

A Dante le empiezan a fallar sus patas

Unos días después fue cuando Víctor notó algo raro en Dante y solo se trataba de sacarlo a pasear. Según relata, parecía que tenía sus patitas dormidas. Acudió al veterinario y le hicieron toda clase de pruebas, "la veterinaria me dijo que estuviera pendiente de él".

Parecía que Dante tenía cierta mejoría. Así que Víctor volvió a trabajar al día siguiente, "le hice cariños y me despedí de él –continúa –. Él me movió la cola y me fui contento porque lo había visto mucho mejor"

Esa fue su despedida. Al regresar del trabajo, Dante había muerto. "Me dolía el alma entera", confiesa Víctor. Pese al dolor, quiso entender el plan del perro: "acompañar a Eliot en su otra vida para no dejarlo solo, y Nova, que era el corazón de Eliot, se había quedado conmigo".

Para Víctor es un consuelo que "estén donde sea que estén, en el cielo o en otro universo, están juntos". Y se despide: "Los extraño y los amo con todo mi corazón".

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