Temblando, muy asustada, con mirada desconfiada… los primeros segundos del vídeo bastan para que la historia de esta perra parta el alma en dos. La cachorrita huérfana se refugia a toda costa en la esquina en la que se encuentra, no se fía de lo que puedan hacerle.
Además, la perra lleva una cuerda muy delgada al cuello que está atada a la tubería de esa esquina. Cada paso que da por apretarse más en ese rincón, le hace daño en su cuello.
La magia del calor de un hogar
Los voluntarios de animales del condado de Houston y Harris, en Texas, Estados Unidos, fueron los que consiguieron sacarla de allí. Y de verla atemorizada en esa esquina, al octavo día de su rescate, la perrita fue adoptada por una familia en la que hay dos perros más.
Al principio la cachorra permanece bastante tiempo en su nueva cama, mantiene las distancias con los otros perros, aunque sean ellos los que se acerquen. Hasta que el amor y el cariño parecen brindarle la confianza suficiente para acabar durmiendo pegada a sus hermanos.
El cambio de malvivir en la calle a sentir el calor de un hogar, se aprecia por completo en esta perrita a los 6 meses de su adopción: corre como loca por el jardín de casa jugando al 'pilla-pilla' con uno de sus hermanos perrunos. Claro que merece la pena echar una pata a un animal abandonado.
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