Un saco de patatas que se mueve
Nos llega un testimonio sobrecogedor que nos eriza la piel más que nunca. Por suerte, en esta ocasión la historia tiene un final feliz. La noticia en cuestión la recogió la asociación Animal Aid Unlimited hace cinco años, una organización de rescate animal que trabaja fundamentalmente en la India.
Los voluntarios se personaron en el lugar y buscaron al perro sin dar con su paradero, hasta que uno de los rescatistas se percató de un detalle que habían pasado por alto: allí había tirado un saco de plástico que nadie se había detenido a examinar.
Al abrirlo, encontraron al pobre perro. Estaba tan asustado que se había escondido allí. Como pudieron comprobar, estaba herido y se mostraba muy desconfiado.
Cuando los voluntarios se acercaron a él, ladró desconsoladamente en una mezcla de miedo y dolor.
Por suerte, las galletas que le ofrecieron le animaron a salir de su escondite. Estaba desesperadamente hambriento, y desconocía que ese era solo el principio de su nueva vida.
Una metamorfosis increíble
Los rescatistas le trasladaron a las instalaciones de Animal Aid para recibir la atención veterinaria que necesitaba. Allí descubrieron que el perro había sido brutalmente maltratado, con especial atención en un corte profundo a la altura de la cadera. Además, también sufría una sarna severa.
Afortunadamente, gracias al cuidado, la comida y el afecto que recibió tras su rescate, solo fueron necesarias seis semanas para que experimentase una transformación completa, tanto física como mental.
Aquel pequeño cachorro herido, asustado y sin pelo se convirtió en un perro juguetón y peludo. Solo hay que ver el final del vídeo para conocer a Jumper, como finalmente fue bautizado. ¡Parece otro!
Esperemos que a día de hoy este campeón siga tan bien como se muestra en las imágenes.