El dálmata que protagoniza el vídeo convive con una humana que practica yoga. El perro se muestra observador en un principio, incluso hay momentos en los que, si articulara palabra, bien podría decir, "humana, pero… ¿qué estás haciendo? ¿Puedo jugar yo también?".
Y el dálmata decide participar en la sesión de yoga de su humana de una forma... peculiar. Le lame media cara, se cuela por debajo de ella, mete tu cabeza entre los brazos y hasta ¡llega a ponerse sobre su barriga! Ojo, que un dálmata adulto puede llegar a pesar 32 kilos.
La chica intenta llevar a cabo sus ejercicios de yoga, sin embargo, las interrupciones de su querido perro le provocan casi de inmediato la risa. Y encadena un momento de risa con otros y al final le acaban fallando las fuerzas para seguir con los ejercicios.
De hecho, más de 100 millones de personas ya cayeron rendidas a las patas del dálmata. Otro poder que los perros poseen sobre los humanos, que nos pueda más la risa y compartir ese rato con él y abandonar esa tarea importante o de persona adulta. Son únicos.
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