En marzo de 2022, unas personas acudieron a un refugio de animales en el Condado de Stanly, en Carolina del Norte, Estados Unidos, para dejar ahí a su perro, argumentando que el can “era gay”.
Esto lo deducían por haberlo visto montar a otro perro macho y les parecía razón suficiente y válida para abandonarlo.
El perro, llamado Fezco, tenía en aquel momento entre cuatro y cinco años de edad y según los trabajadores del refugio, era muy amigable con la gente y con otros animales.
Una familia que lo quiera como es
Afortunadamente, unos días después, el refugio anunció que Fezco había encontrado una familia dispuesta a adoptarlo y a quererlo tal como es.
Sus nuevos humanos son un matrimonio que vive en la zona, John y Steve Nichols.
Fezco ha sido bautizado como Oscar, en honor al escritor irlandés Oscar Wilde, ¡y se ve más que contento con su nueva familia!
Una conducta habitual
El veterinario que atendió a Fezco -porque además de abandonarlo, no lo tenían muy bien cuidado- quiso subrayar que “todos los perros montan. Es una cuestión de dominación y de juego”.
En efecto, que un perro monte a otro, sea del sexo que sea, no es señal de “orientación sexual” como la entendemos entre los humanos.
Por otro lado, los encuentros sexuales entre animales del mismo sexo se presentan en más de 1500 especies, y se consideran un caso muy normal y común entre los animales.
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