La gatita de la foto tuvo crías. Se vio envuelta en una situación en la que tuvo que proteger a sus bebés del ataque de un perro de grandes dimensiones, un Akita Inu.
Los gatitos salieron sanos y salvo de aquello, pero la mamá sufrió daños importantes en una de sus patas traseras. Era necesaria una cirugía para amputar la pata y reparar su abdomen. "La dueña no quiso pagar la cirugía", explican en la página I Love Veterinary Medicine.
Es más, "quería que hiciéramos la eutanasia y dijo que cuidaría de los gatitos". La respuesta del servicio veterinario fuera clara: "Nos negamos y nos dejaron a la mamá y sus bebés". De hecho, los dueños ni siquiera pagaron las radiografías.
A los gatitos lograron encontrarles hogares y la mamá se quedó con su salvador. "Ella es un dulce", asegura.
"Hay demasiada gente que no se responsabiliza de nada. ¡Me alegro de que hayan intervenido!"; comentan en la publicación en Facebook. "Gracias por salvarla a ella y a sus gatitos".
Es más que probable que gracias a la acción de este veterinario los gatos se salvaron de una vida horrible. Ojalá más gente así.
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