Mikhaïl Galine estaba listo para tomar su vuelo de Letonia a Varsovia en noviembre de 2019. Pero Víctor, su gato, tuvo problemas a la hora de embarcar, pues pesaba 10 kilos, cuando lo permitido para no tener que viajar en la bodega eran 8.
Entre un vuelo y otro, se las ingenió para encontrar un gato muy parecido a Víctor —pero más delgado— para dar el cambiazo.
La técnica del cambiazo
Mikhaïl volvió al aeropuerto bien acompañado: con Víctor, el doble de Víctor y los propietarios de este último. Así consiguió acceder a bussines con su minino, al que había cambiado por el otro en el momento del registro. Finalmente, gato y humano viajaron juntos en cabina.
Todo podría haber salido a pedir de boca de no ser por las redes sociales… Pues cuando Mikhaïl compartió la siguiente imagen de él junto a Víctor en el vuelo, la compañía aérea lo descubrió todo.
Medidas sin marcha atrás
Cuando se enteró, la compañía no se tomó nada bien el engaño de este par de pasajeros. Y gracias a las cámaras de seguridad pudieron probar que Mikhaïl cambió a su gato por uno de 7 kilos en el momento del control.
El joven, que había contratado alrededor de 640 000 km en vuelos —es decir, miles de euros intercambiables por vuelos de avión— perdió toda la tarifa por amor a su gato y por no haber revisado antes las condiciones de vuelo y los requisitos necesarios para viajar con gatos en avión.
¡Infórmate siempre antes de volar con tu animal de compañía!