En medio de la agitación de la vida moderna, hoy relatamos la historia de un chofer excepcional con una profunda empatía, cuya respuesta a las súplicas de unos niños nos recuerda la importancia de la bondad en nuestras vidas.
Todo sucedió en Puebla, México
En un día como cualquier otro de enero de 2020, los pasajeros de la Ruta 68 Azul, Unidad 76, vieron cómo tres niños de aspecto humilde subían al autobús.
Cuando el conductor detuvo el autocar, los jóvenes le preguntaron cuánto valía el billete para los tres, y el chofer les dejó el viaje en $ 10 a todos.
Un pasajero más
El perro de los niños venía corriendo detrás del autobús. Para sorpresa del hombre, los niños se atrevieron incluso a pedirle al conductor cuánto valía dejar subir a su peludo amigo al autocar.
Por descontado, el conductor dejó subir al perro para que acompañara a los muchachos, sacándole una sonrisa a varios pasajeros e inspirando a Esmeralda Domínguez a publicar la historia.

Aunque el transporte público no cobra tarifas por llevar animales a bordo en México, la actitud y la disposición de estos niños son dignas de admiración.