Chamade, el gatito que protagoniza esta historia, no llegó solo al refugio que lo rescató en la región de Morbihan (Bretaña, Francia). Otros tres gatos lo acompañaban, pues su antigua propietaria decidió abandonarlos a todos.
El gato rastafari
A pesar de que no tenía el pelo largo cuando lo rescataron, Chamade tenía rastas en la parte baja de la espalda, un lugar al que el minino no llegaba bien para poder asearse y mantener su pelaje en buen estado.
Los voluntarios nunca habían visto nada parecido, pues las rastas aparecen normalmente en los gatos que tienen el pelo más largo.
Aunque cualquiera lo diría, ya que más de un kilo de pelo le fue retirado a este felino tan especial.
Una segunda oportunidad
Una vez aseado, el cambio fue notable en Chamade, al que se le veía además mucho más cómodo y contento.
Poco tiempo después, en septiembre de 2019, una familia que acudió al refugio se fijó en él, toda una suerte para un gato de 9 años de edad.
Afortunadamente, fue adoptado junto a uno de sus hermanos, llamado Chad. ¡Esperemos que nuestros dos protagonistas sigan compartiendo peludos momentos!