Para Courtney Drury, aquel día de principios de diciembre de 2019 comenzó como de costumbre. Limpió la casa, hizo la colada y preparó la cena. Pero... ¿Dónde estaba Posey, su gatito de tres meses?
Gato dentro de la lavadora
Courtney tardó alrededor de 30 interminables minutos en darse cuenta de que el pequeño minino se había colado en la lavadora. Se había camuflado entre sábanas y toallas y ella no notó nada cuando cerró la puerta.
Simplemente, puso en marcha el electrodoméstico y... a otra cosa.
"Escuché un maullido, pero no pude encontrar al gato. No fue hasta más tarde que me di cuenta de que estaba dentro de la lavadora en marcha. Inmediatamente, abrí la puerta y el gato cayó moribundo junto a la ropa mojada", aseguró la mamá humana del travieso felino.
Cuando Courtney cayó en la cuenta de que el gato estaba dentro de la lavadora, la paró enseguida y la abrió, pero... el animal no respiraba.
Su cuidadora no se rindió y luchó por la vida de su amigo hasta el final. Recordó lo que había aprendido unas semanas antes en un curso de primeros auxilios y comenzó a hacerle un masaje cardíaco. Después de unos interminables segundos, escuchó un débil maullido.
La reanimación le salvó la vida
"Llevé al gato al veterinario, que dijo que nunca había visto algo así. Me confirmó que de no haber sido por la RCP [reanimación cardiopulmonar], Posey no habría sobrevivido", explicó su mamá humana.
El gato pasó la noche en observación, pero todo salió bien. Desde aquel día, Courtney tiene un cartel pegado en la lavadora para comprobar que Posey no se ha vuelto a colar dentro antes de ponerla en marcha.
Cuatro años después, merece la pena recordar la historia para concienciarnos de los peligros que acechan a nuestros animales en el seno del hogar.