Cheddar era un perro de raza golden retriever con una vida muy normal hasta que llegó a la edad de 8 años. Tenía una familia que lo adoraba, pero todo dio un vuelco cuando a uno de sus propietarios le diagnosticaron cáncer.
Una segunda oportunidad
El día que el perro llegó a su nueva casa, la pareja que se hizo cargo de él se paró unos minutos para saludar a su vecina, de avanzada edad. En ese momento, surgió el flechazo.
Desde entonces, Cheddar lleva su correa en la boca para dársela a Jean e ir de paseo juntos, explica Wamiz Francia en su página web. ¡Él quiere que sea ella quien lo acompañe a pasear!
Cuando Cheddar no puede ir a ver a su mejor amiga, no esconde su enfado, y tira de su correa en dirección al domicilio de la anciana mujer.
Por una razón difícil de explicar, ambos tienen una conexión muy especial desde el primer día. El siguiente vídeo muestra su bonita historia:
¡Esperemos que siga durando esta hermosa amistad entre Jean y Cheddar!