Justine Martin fue a un criadero para conocer a Riley, una perra de raza Springer Spaniel inglés. El amor surgió a primera vista pero antes, y dadas las circunstancias, había que pasar por caja. Pagó por él unos 600 euros.
Desafortunadamente la felicidad duró poco y el asunto se tornó en una pesadilla...
Un cachorro enfermo
Pocos días después de comenzar la convivencia Riley comenzó a mostrar signos de estar enfermo; se encontraba apático y sus heces presentaban rastros de sangre.
Justine entró en pánico y llevó al cachorro inmediatamente al veterinario. Este le explicó que el animal tenía un tipo de parásitos transmisibles a los humanos.
Toda la camada afectada
Furiosa, la mujer se puso en contacto con el criador para explicarle la situación pero el nulo interés de este le desesperó tanto que incluso tuvo que dar, movida por los nervios, un severo puñetazo en la mesa. Un acto que tuvo lugar por segunda vez ya que el doctor también hizo lo mismo cuando se enteró el estado en el que estaba el hermoso cachorro.
El criador argumentó, sin inmutarse, que todos los hermanos de Riley estaban perfectamente sanos. Pero mentía. Gracias a otro comprador se supo que varios perritos de la camada estaban enfermos, por lo que fueron todos ellos incautados y atendidos.
En cuanto a Riley, por fortuna, está creciendo bien y se ha recuperado de su problema.
¿A favor o en contra de la cría?
En 2017 el estado de California prohibió la adquisición de mascotas de criadero y el pasado año, Holanda acabó con el comercio de perros braquicéfalos por la gran cantidad de problemas de salud que estos padecen.
En España cada cierto tiempo aparecen informaciones que documentan el horror que constituyen muchos criaderos de animales. Además, y debido al gran número de perros abandonados, el negocio de la cría va en contra de la adopción de animales sin hogar.
La amistad no se compra
Aunque en Wamiz siempre vamos a recomendarte que te plantees la adopción en lugar de la compra, hemos de puntualizar que no todos los criadores operan con la misma falta de humanidad. Si estás decidido a comprar asegúrate al menos, por todos los medios posibles, de las credenciales de quién te venderá al animal.
No obstante; no olvides nunca -por mucho que la frase te pueda sonar muy manida- que los amigos no se compran. Y los de cuatro patas, mucho menos. ?