Dicen que los perros huelen el peligro, y en este caso no puede ser más cierto. Una mujer rescató y llevó a su casa a un cachorrito abandonado e indefenso que corría el riesgo de morir. Todo sucedió en el condado de Washington.
Sus dueños no tardaron en darse cuenta de que el cachorro no era tal: se trataba de un bebé oso.
El descubrimiento
Al darse cuenta de que en realidad era un oso, y de que su estado de salud corría peligro, contactaron, inmediatamente, con los voluntarios del Centro de Vida Silvestre de Virginia.
El animal fue puesto al cuidado de los médicos, que hicieron todo lo posible por su recuperación. Estaba deshidratado y hambriento y a punto de morir, según explica Wamiz Italia en su web.
Una nueva mamá
Afortunadamente, los veterinarios pudieron salvar al osito, que recuperó fuerzas para poder ser liberado de nuevo, ya en un buen estado de salud.
Fue entonces cuando encontró a una mamá oso adoptiva que lo acogió inmediatamente como si fuese su propio hijo. ¡La naturaleza nos da lecciones constantemente! Ahora, el “pequeñín” está bien y se ha convertido en un oso de nada menos que 250 kilos…