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embarazada y perro

Su perrita no se separaba de ella 

© Facebook Alhanna Butler

Este perro no paraba de ladrar en el vientre de su dueña embarazada y terminó salvandole la vida

La redacción

Publicado el Actualizado el

El comportamiento extraño del perro cuando ella quedó embarazada les sorprendió. ¿Estaba tratando de decirles algo? 

Dicen que los perros pueden oler el peligro, que tienen un sexto sentido para saber si algo anda mal. Y es exactamente lo que le sucedió, hace ya un tiempo, a Alhanna Butler con su perra Keola. 

El embarazo lo cambió todo 

¡Una familia feliz! ©Facebook Alhanna Butler

Alhanna y su pareja, Ricky, se enteraron con mucha alegría de que iban a tener un bebé, según explicaron a bavardist.com, que se hizo eco de esta historia. Todo iba viento en popa, y su perrita seguía mostrándose igual de cariñosa que siempre. Pero hacia el cuarto mes de embarazo, Keola empezó a actuar de forma poco habitual. 

Al principio, no le dieron importancia: ¿tal vez al animal tenía curiosidad por saber qué pasaba ahí dentro? Pero su comportamiento insistente, empezó a preocupar a sus humanos. No paraba de oler e, incluso, golpear, la barriga de su mamá… ¿Estaría intentando decirles algo? 

Un día fatídico  

No se separaba de ella...  ©Facebook Alhanna Butler

El embarazo de Alhanna iba aparentemente bien, pero al llegar a la semana 16 comenzó a sentir un fuerte dolor en la parte baja de la espalda; tan intenso que casi no podía caminar. Decidieron ir, rápidamente, al hospital para verificar que, tanto el bebé como la mamá, estaban bien. 

Allí, el médico tranquilizó a la pareja: el bebé estaba bien, pero el embarazo estaba teniendo efectos negativos en el cuerpo de la mamá, por lo que descansar, relajarse y reposo, fueron sus consejos. 

Aún así, el dolor continuaba, y tanto la familia como la perrita de esta pareja, parecían no dejar de insistir en que algo malo estaba sucediendo. Tal vez debían buscar una segunda opinión médica y todo dio un giro al día siguiente.

Alhanna, a pesar del dolor fuerte que sentía, se preparó para ir al trabajo. Pero cuando quiso salir por la puerta, su mejor amiga de cuatro patas no la dejó: poniéndose literalmente, entre ella y la salida a la calle. Fue entonces cuando la mamá se desmoronó y tuvieron que volver a urgencias. Las noticias que allí les darían no eran buenas, Keola tenía razón… 

Un embarazo de riesgo 

Con las nuevas pruebas, los médicos descubrieron que Alhanna tenía una infección severa en el riñón y unas constantes vitales muy débiles que la ponían en peligro tanto a ella como al bebé. Afortunadamente, el tratamiento a base de antibióticos mejoró la situación y la mamá pudo continuar con su embarazo. 

Finalmente, en noviembre de 2015 llegó al mundo Lincoln, un adorable bebé al que Keola recibió en casa con mucha emoción y alegría. Aunque los papás estaban muy felices de tener a toda la familia reunida, también tenían miedo de que Keola, por su tamaño, principalmente, pudiera hacer daño al bebé sin querer. 

¡Para morir de amor! ©Facebook Alhanna Butler

Además, los perros de esta raza, Akita Americano, aman su tranquilidad y su espacio y no son los más cariñosos con los niños, especialmente cuando son más pequeños. Aún así, estos dos pequeñines se llevaron a las mil maravillas desde el principio. Keola ya había cuidado de Lincoln cuando estaba en la barriga de mamá y ahora, no iba a ser menos. 

Descubre aquí más características de esta raza

Prueba de que -antes incluso de nacer el bebé- se había forjado una amistad para toda la vida son las imágenes más recientes de estos dos amiguitos: ¡Adorables! 

¡Cómo han crecido! ¡Ay, el paso del tiempo los ha unido aún más! ©Facebook/ Alhanna Butler

Advertencia ⛔ Los niños nunca deben estar solos con un perro sin supervisión de un adulto. Visita este artículo para conocer otras pautas de seguridad y educación.

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