Toda una vida encadenado
Nos reportan una nueva historia de superación que sobrecoge los corazones de todo el mundo. Ha ocurrido en Málaga y a buen seguro que este suceso podría llevarse al cine pues el pasado del perro del que hoy hablamos te dejará sin palabras.
La Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga (que volverá a abrir sus puertas a partir del día 10 de mayo) ha presentado al mundo a Merlín, un perro de grandes dimensiones que busca una nueva oportunidad en la vida, una familia que realmente pueda devolverle todo el cariño que atesora en su interior.
Y es que este perro fue utilizado como guardián de una finca. Al tratarse de un animal imponente, joven y atlético, su anterior dueño consideró que su trabajo perfecto era cuidar un terreno de su propiedad... y nada más. Merlín ha pasado toda su vida, absolutamente toda, atado a un árbol con una cadena de hierro. Sin compañía, sin apenas visitas y en unas condiciones realmente lamentables que volverían loco a cualquiera.
Lo más doloroso de esta historia es que Merlín no es un perro agresivo. Bajo esa naturaleza robusta, encierra una personalidad afable y cariñosa. De hecho se deja acariciar y mimar, y podemos asegurar que es un perro sumamente listo.
Desesperado, solo supo que debía escapar
La soledad llegó a tal punto que decidió dejar atrás su vida como perro guardián y escaparse de aquella cárcel en la que le había recluido su amo. Merlín utilizó todas sus fuerzas para tirar y tirar de la cadena que lo amarraba a aquella celda y, tras mucho esfuerzo, logró soltarse.
Lo encontraron vagando por las calles con la cadena aún en el cuello y sumamente apretada. Era evidente que había puesto su vida en juego en su lucha por la libertad.
Por suerte, una persona lo encontró y lo trasladó al refugio malagueño, donde fue acogido con los brazos abiertos. Todos quedaron muy sorprendidos con él ya que a pesar de tratarse de un perro de campo sin contacto con el ser humano, pronto demostró que confía en las personas y le encanta que lo acaricien. Se encoge el corazón solo con pensar que un perro tan cariñoso pasase tristes años de su vida atado a un árbol en la más absoluta soledad.
Ahora Merlín ya se ha recuperado física y psicológicamente de su vida anterior y busca una persona de verdad, alguien que le haga olvidar sus cadenas.