Le prometieron una vida maravillosa para luego tomar la peor decisión posible
Penny es una perra muy simpática que no ha tenido demasiada suerte en la vida
Una voluntaria de un refugio malagueño se llevó una desagradable sorpresa al comprobar las jaulas de los perros recién llegados.
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Publicado el 12/9/20 11:04, Actualizado el 8/2/21 14:58
En el mundo de las promesas incumplidas puede haber de todo, pero a buen seguro que el caso que hoy reportamos está en el 'top 3' de los juramentos infringidos, sobre todo porque se juega con la vida de un animal y esto nos resulta particularmente indignante.
En esta ocasión nos hemos reencontrado con Penny, una perra a la que conocimos en su día y a la que perdimos la pista cuando unas personas se encargaron de su adopción.
La peor promesa incumplida
La Sociedad Protectora de Animales de Málaga ha querido dar visibilidad a un caso que duele especialmente ya que estamos ante una perra que ha sido abandonada por segunda vez.
Los voluntarios recuerdan que cuando su nueva familia se la llevó fue un día de gran satisfacción porque estas personas le prometieron una nueva vida feliz y maravillosa asegurando tener sus mejores deseos.
La sorpresa resultó de lo más desagradable para una de las voluntarias de este centro cuando se reencontró con Penny en una de las jaulas del refugio poco tiempo después.

Una excusa mezquina y cobarde
Al preguntar qué había podido ocurrir, resultó que las personas que la adoptaron decidieron devolverla poco tiempo después argumentando que ya no les interesaba porque era una perro "demasiado mayor" y "no servía".
La excusa resulta canallesca por varias razones. Primero porque Penny tiene tan sólo seis años, por lo que ni mucho menos es una perra mayor. Aunque eso ya es lo de menos... ¿que no sirve? Los perros no tienen que servir para nada más que para amar y ser amados.
El reencuentro con esta perra fue agridulce pues lo cierto que, pese a sus trágicas circunstancias, ella se alegró mucho de volver a ver a sus antiguos cuidadores. Eso sí, regresó mucho más delgada y desmejorada a cuando se fue, pero no creen que tarde mucho en recuperarse.
Ahora reportamos su caso porque merece una familia de verdad que no esgrima excusas cobardes para deshacerse de ella. Mientras tanto, ella esperará dando amor y cariño a sus cuidadores.
Y es que, aunque cueste imaginarlo, se trata de una perra que todavía confía en las personas y que está completamente educada en todos los sentidos.