Una vez más, debemos hacernos eco de un caso que nos sobrecoge el corazón por las lamentables circunstancias que se acumulaban en el interior de un lugar a la vista de todos.
La Sociedad Protectora de Animales de Málaga lanzó la voz de alarma al mundo pidiendo ayuda para uno de sus 'inquilinos'.
Un secuestro en una nave industrial
En esta ocasión conocemos a Noa, una preciosidad que 'trabajó' durante toda su vida como 'perra guardiana'. Desempeñaba su 'labor', si es que a esto se le puede llamar trabajo, en una nave industrial en la que vivía completamente sola.
Las personas que se identificaron como sus dueños fueron quienes se pusieron en contacto con los voluntarios de este refugio. Ellos mismos dieron buena cuenta de su 'secuestro' pidiendo ayuda para ella después de recibir amenazas de un vecino que aseguraba que la envenenaría cualquier día.
Amenazada y encerrada sin ningún tipo de contacto con el exterior, los voluntarios actuaron de inmediato ya que los dueños de Noa ya advirtieron que no se la llevarían a su casa, por lo que su destino se debatía entre aquella cárcel y una muerte segura pues la amenaza de envenenamiento estaba constantemente al acecho.
El adiestrador explica lo único que necesita
La protectora malagueña llamó a filas a su adiestrador, que rápidamente dejó en evidencia que Noa era una perra muy especial. Ahora bien, el profesional emitió un diagnóstico de lo más claro: lo único que necesita Noa es amor, algo que no ha conocido en su vida.
Para comprender su personalidad, hay que entender previamente que esta perra no tuvo apenas contacto con el ser humano ni socializó con otros perros, pues pasó gran parte de su vida encerrada en una nave.
Sin embargo, se ha destacado como una perra muy cariñosa y obediente. A los voluntarios de la protectora malagueña los tiene enamorados, de eso no hay duda.
Noa lleva años buscando un hogar, ¿se lo das?
Noa acumula varios años en la frialdad de un chenil. Necesita un hogar en el que reine un ambiente relajado con personas que realmente la quieran en su vida, no como 'vigilante' de una nave industrial.