Este 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño, una fecha especial dedicada a los más pequeños que impulsa los avances ya logrados en los últimos años en materia de derechos de la infancia, en especial con los más desfavorecidos.
En Wamiz queremos poner nuestro granito de arena en la misión de concienciar y promover su bienestar y desarrollo, y para ello no encontramos mejor forma que recordar los beneficios que un perro aporta a una persona en los primeros años de su vida.

Beneficios incuestionables de los perros hacia los niños
Aunque a esas edades aún no son realmente conscientes del trabajo y la responsabilidad que supone cuidar a una mascota, sí desarrollan otras cualidades relacionadas con el cariño y el afecto que se debe sentir hacia otras personas.
Pero entremos en materia, hoy recordamos los beneficios psicológicos que una mascota aporta a un niño, además del amor que sienten el uno por el otro, lo cual se produce con cualquier edad. Hoy nos centraremos en los niños, así que... ¡a jugar!
A continuación, detallamos los cinco beneficios incuestionables que trae un perro a la vida de un menor:
1. Valores responsables

El niño interioriza que la mascota necesita cuidado y alimentación y que en esta tarea depende del humano. También contribuye a su entretenimiento con el juego, pero rápidamente asumen unos valores básicos de responsabilidad.
A medida que se van haciendo mayores, los niños deben aceptar más responsabilidades encargándose de funciones básicas como los cambios de agua y comida, el aseo básico e incluso el paseo diario de la mascota.
Todo suma para transmitir ese concepto de dependencia responsable a los niños gracias a sus amigos los perros.
2. Disminución del estrés

Es una ventaja en la que coinciden numerosos estudios. Según la revista Muy Interesante, se ha comprobado que tener una mascota y acariciarla frecuentemente ayuda a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión.
Así pues, es del todo aconsejable acariciar, jugar, pasear e incluso hablar con las mascotas para despejar la mente y sentir bienestar. Esto es algo que los niños hacen constantemente.
Del mismo modo, la ansiedad infantil se ve reducida con la llegada de animales en casa. Los momentos negativos que los niños pueden vivir se ven francamente amortiguados por una mascota en casa.
Según una investigación publicada en la revista Pediatrics, los niños que conviven con perros tienen un 30% menos de riesgo de tener infecciones respiratorias y un 50% menos de probabilidades de sufrir infecciones de oído.
3. Desarrollo emocional de los niños

Los niños experimentan una gama más reducida de emociones que los adultos y la ciencia, tal y como señala el portal Etapa Infantil, ha demostrado que los perros suelen tener un desarrollo emocional muy similar al de los niños.
Esto hace que los más pequeños entrenen sus habilidades emocionales compartiendo su día a día con una mascota.
4. Mayor confianza en sí mismos gracias a los perros

Los animales obligan a una interacción mayor con el mundo. Cuando pasean a su perro, los niños se enfrentan a distintas situaciones sociales que antes les eran desconocidas, por lo que aprenden a entrenar nuevas habilidades sociales.
Los animales son una fuente de aprendizaje constante, lo cual impulsa la confianza del niño en muchos aspectos:
- Hablar en público.
- Ordenar.
- Motivar.
- Educar.
- Asimilar los ciclos de la vida y enfrentarlos.
- Responder al dolor y a la ausencia, tal y como señala la Asociación Canina de Trabajo Humanitario (ACATH).
5. Reducción del sedentarismo de los infantes

Esta es la razón más evidente. Los animales fomentan el movimiento y la actividad física, ya sea por los juegos o porque obligan a salir de casa.
Adoptar un animal, convivir con él, cuidarle y protegerle hacen que las dinámicas familiares cambien y se vayan nutriendo de más 'aire libre', por así definirlo. Esto cambia el carácter y la personalidad del niño.
Conclusiones

A grandes rasgos, estos serían los cinco grandes beneficios que aporta un animal, aunque seguro que ya conoces muchísimas más ventajas. Sintonizar con los sentimientos de un animal al necesitar atención, amor, comida, compañía y respeto potencia el amor y afecto.
Un niño puede crecer y convertirse en un adulto comprensivo que puede sintonizar más intuitivamente con los sentimientos de otras personas si ha convivido con un perro.
La compañía de un animal mejora la calidad de vida de todo ser humano, pero "en los niños juega un rol aún más importante porque contribuye al desarrollo educativo y social; los obliga a asumir responsabilidades y a aprender valores como el respeto por los demás, aumenta su autoestima y mejora su integración en la familia", tal y como recuerda la Fundación Affinity.