Parecía que Sara se había vuelto invisible a los ojos de la mayoría. Es una perra mestiza de cinco años de edad que, tras la separación de la que era su familia, de nuevo estaba sola. Y esa era la mayor preocupación de Rosita, su mamá humana en Granada.
Fue ella misma quien pedía ayuda desesperada en Wamiz para su querida perra. “Es muy cariñosa y tiene muy buen carácter”.
Tanto deseaba que estuviera con una buena familia, que ella misma se ofrecía a llevarla a donde hiciera falta, algo que no pudo realizar por el nuevo confinamiento en Andalucía.
De Granada a Chiclana de la Frontera
Y fue casi dicho y hecho. Cuatro días después de que se publicara la noticia en Wamiz, Sara recorría más de 300 kilómetros al encuentro de su nueva familia.
Sara aterrizó tan contenta en Chiclana de la Frontera, Cádiz, que repartió cariño a todos como si les conociera de siempre.
“También le dio un besos a Teresa –la hija de cinco años–, a mi marido y a su nuevo compañero perruno, Romeo”.
La conexión Cádiz-Granada se produjo el pasado 26 de octubre. “Mi marido me anunció que al llegar a casa me tenía que enseñar una noticia. Por la noche leímos el caso de Sara en Wamiz y le escribimos de inmediato a Rosita”.
Esta familia de Chiclana confiesa que el motivo que les llevó a interesarse por la perra era, precisamente, porque nadie se fijaba en ella. “Hace un par de meses nos tuvimos que despedir de nuestra perrita Bruna y era como Sara, invisible”.
Lo mismo ocurre con Romeo, de 13 años. Es un cruce de pastor alemán con malinois y nadie lo quería. “Sara y él se llevan muy bien. Es cierto que el primer día en casa tuvieron un encontronazo, pero Sara comprendió que hay mimos para todos”.
La otra gran y pequeña amiga de Sara es la mini humana, Teresa: “Mi hija es una amante de los animales, sus peludos para ella son su familia y la perra es una compañera de juegos genial”.
Aunque la niña de 5 años avisa: “Sara es muy cariñosa, pero a veces es un poco golfa porque roba comida y se sube a la cama”, cuenta entre risas junto a su madre en la conversación con Wamiz España.
Una perra para estar en familia
La perra está más movida que nunca, aunque la primera vez no quería montarse en el coche. “Cuando se dio cuenta que entrar en el coche significa paseos en familia, ¡se vuelve loca! Ya relaciona el coche con viaje, paseos y diversión”.
Por otra parte, Sara deja claro que es de secano. Aunque da paseos a diario por la playa en Chiclana, “el agua no le gusta nada, no se acerca ni a la orilla del mar”.
Eso sí, los paseos los disfruta como nadie entre playa y pinares. Le encanta olisquearlo todo, reconocer el terreno y correr.
Sara es una perra para estar en familia y parece que lo ha logrado.
Eso era justo lo que su mamá de Granada quería para ella, gente que le dedicara tiempo, se la llevara de excursión y la cuidara como se merece. ¡Sé feliz, Sara! ❤