La galga Astrid necesita toda la energía y ayuda del mundo para salir adelante, ¡su situación es extrema!

Ella es una más del inmenso reguero de víctimas que deja tras de sí la caza
Las últimas semanas del año están siendo extraordinariamente duras en la Fundación Benjamin Mehnert. Te contamos la historia de Astrid, y la de Bruma y la de...
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Publicado el 3/12/20 7:48
En todo refugio, desgraciadamente, las malas noticias superan siempre y con mucho a las buenas. Pero los voluntarios y trabajadores saben que solo hay un camino, seguir batallando contra las adversidades.
Cuando Gisella Mehnert abrió en la provincia de Sevilla la Fundación Benjamin Mehnert, especializada (pero no solo) en la atención a los galgos sabía que el reto iba a ser difícil.
¡Ayuda para Astrid!
En esta recta final del año no dejan de sucederse casos muy dramáticos. Como el de Astrid, una galga que llegó a las instalaciones hace unos días atropellada y en estado crítico.

Tiene una fractura múltiple de cadera y heridas por todo el cuerpo, entre ellas una muy grande y abierta en la ingle. Cuando la trajeron estaba al borde de la hipotermia y ni siquiera al aplicarle calor dejó de temblar.
Una situación extrema
El pronóstico veterinario era muy pesimista y pocos creyeron que superaría la primera noche de hospitalización. Sin embargo Astrid sigue luchando por su vida.
No te pedimos, no al menos todavía, que adoptes a Astrid pero sí que consideres echar una mano a la Fundación, sabrás que toda donación, por pequeña que sea, será muy bien invertida.
Bruma y Octavio, dos caras de la misma moneda
La realidad del maltrato a los galgos no cesa y es global, no solo en Andalucía, en toda España. Sirva de muestra un botón.
En apenas un mes en este refugio han recibido a Pirita, con perdigones incrustados en la piel y que tiembla cuando la acariciamos; Bruma, una cachorrita que falleció dias atrás y que alguien había rociado y envenenado con gasolina.
Otro, en este caso superviviente, es Octavio, que apareció literalmente devorado por la sarna y con el cuerpo lleno de llagas.
Incontables víctimas
Solo en unos días 43 galgos han entrado en la Fundación, algunos de ellos llevados por sus dueños, cazadores, al considerarlos ya inservibles.
Esa es la realidad de esta raza en España mientras que las leyes, por contra, protegen antes la actividad de la caza que a sus víctimas.
Posted by Fundación Benjamín Mehnert on Sunday, November 29, 2020