Por más que popularizada y reivindicada que sigue siendo hoy la famosa frase de Mahatma Gandhi, "Un país se puede juzgar por la forma en la que tratan a sus animales", a las puertas de 2024, esta realidad es poco menos que ciencia-ficción.
Coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, todos los 10 de diciembre se celebra al mismo tiempo el Día Internacional de los Derechos de los Animales, una cita en la que organizaciones animalistas de todo el mundo reivindican atención para nuestros maltratados compañeros de planeta.
Cuatro derechos básicos
De aquella Declaración Universal, promulgada en un ya lejano 1978 por la Liga Internacional de los Derechos de los Animales, sobresalen cuatro derechos básicos de entre los 14 artículos que integran el texto.
La vida, la libertad, no considerárseles propiedad y no someterlos a situaciones que les generen dolor. Cuatro pilares que son reivindicables, en definitiva, para cualquier ser vivo que, por lo mismo, tiene capacidad de sentir como nosotros y de percibir el dolor.
Dos días para exigir derechos para los animales
En la actualidad conviven en el calendario dos días en los que los animales son los protagonistas. El primero de ellos es el 4 de octubre, una efeméride de rasgo más religioso, porque en ella se conmemora el llamado Día Mundial de los Animales en recuerdo de San Francisco de Asís.
Mientras que ese día pone más el énfasis en la protección de la biodiversidad y en las numerosas especies que están extinción, el 10 de diciembre, en cambio, el foco se sitúa en la llamada "sintiencia" de los animales, esto es, en su capacidad de sentir, percibir o experimental del mismo modo en como lo hacemos los humanos.
Y aunque este no es un vocablo habitual en nuestra lengua, sí que lo han sido, en los últimos años, otros términos reivindicados por las organizaciones defensoras de los animales, como especismo (discriminación de los animales por considerarlos seres inferiores) y animalista (que defiende los derechos de los animales).
El panorama europeo: ¿puramente teórico?
Al contrario de lo que sucede en otras constituciones como las de Austria, Luxemburgo y Suiza, en esta última su artículo 120.2 menciona "la dignidad de las criaturas vivas". En la reforma de la Constitución de Alemania, llevada a cabo de 2002, se introdujo a los animales en su artículo 20.a: "El Estado protegerá a los animales a través de la legislación y, de acuerdo con la ley y el Derecho, por medio de los poderes ejecutivo y judicial".
Con todo y con ello, y aunque existen países vecinos con legislaciones que toman más en cuenta a los animales que la nuestra, en la mayoría de los casos no dejan de ser declaraciones de intenciones más teóricas que prácticas, en tanto que no se otorga a los animales un estatuto jurídico que les permita ser titulares de derechos subjetivos, al igual que tenemos los humanos.
Un año de novedades en España
Este año marca un antes y un después en nuestro país en lo que se refiere a los derechos de los animales. Desde finales de septiembre, entra en vigor la Ley de Bienestar Animal, un texto que ampara y protege a los animales de compañía: regulación y limitación de compraventa, penas por maltrato o abandono, animales no permitidos en los hogares, identificación obligatoria, etc.
A la espera de los distintos reglamentos que completen y materialicen estas medidas, no es de extrañar que haya sido recibida como un texto necesario, pero insuficiente.
Por el momento, no queda otra más que esperar e ir respondiendo poco a poco a numerosos interrogantes. ¿Quién protege a los animales de rescate o de caza? ¿En qué medida las penas previstas por la ley son imputables a los propietarios de dichos animales? ¿Dónde se encuentra el límite entre trabajo y explotación animal?
¿Qué puedes hacer tú por los animales?
En Wamiz siempre estamos apelando a la adopción, mostrándote cada semana casos de animales que necesitan con urgencia ayuda. Aquí tienes cinco ideas para sentirte implicado en su defensa:
- Adopta o apadrina un animal, no los compres. ¡Los refugios están llenos!
- Evita la compra de productos que conllevan sufrimiento animal y no participes de eventos en los que se maltraten (toros, circo con animales...) Valora también, en la medida de tus posibilidades, dejar de consumirlos.
- Involúcrate en alguna organización. Ya sea en una protectora de tu localidad o en una organización animalista, hacen falta manos y visualizarnos socialmente como un gran movimiento.
- No descuides a la fauna urbana. Puedes alimentar a las aves con un pequeño comedero y bebedero en tu terraza.
- No utilices insecticidas ni otros productos análogos que dañan a las aves, a otros animales salvajes y a los animales de compañía.
Causa animal
