Para la humanidad -así, utilizando el término más mayúsculo posible- 2020 quedará como un annus horribilis. Sabemos que algún día se estudiará en los libros de historia pero, por ahora, sigue estando demasiado presente como para que lo veamos como un recuerdo.
Mientras el mundo sigue su lucha contra el coronavirus (que los perros, ¡por cierto!, ya pueden detectar), en las protectoras y refugios de todo el mundo se ha seguido batallando contra otra adversidad, esta incurable: la maldad humana.
Lleno de heridas y paralizado por el miedo
Y si no que se lo digan a los voluntarios del cacereño Refugio San Jorge. Allí, en sus modestas instalaciones, se recupera el bueno de Buster, un perro mestizo, un auténtico invisible, que llegó en las peores condiciones imaginables.
Solo hay que ver las fotografías para darse cuenta de todo lo que ha sufrido. Literalmente su hocico (y parte de su cabeza) estaba hecho añicos, lleno de heridas.
Posted by Refugio San Jorge Caceres on Saturday, December 26, 2020
Recuperándose y con un futuro incierto
Nadie sabe de dónde viene. Aunque siendo un mestizo de tamaño mediano y estando en las condiciones en que se encontró mucho nos tememos que no nos equivocamos si aseguramos que su vida, hasta ahora, ha sido un espanto.
Pero ahora, ya lo sabéis, viene lo más difícil. Buster nunca más pisará las calles en soledad pero no es ese el destino que queremos para él. ¿Nos ayudas a difundirlo para que pronto pueda encontrar por fin un hogar?