Murcia: La encontraron atrozmente 'marcada' y ahora ¡nadie quiere adoptarla!
Fifi fue encontrada hace ya varios años con varias mutilaciones en su cuerpo
Una protectora murciana denuncia el caso de Fifi, una perra de lo más simpática y risueña que sufrió una mutilación de lo más absurda y cobarde.
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Publicado el 3/2/21 8:32, Actualizado el 8/2/21 14:55
No es la primera vez que conocemos un caso de esta índole. El ser humano, ya sea por razones 'estéticas' o por simple degeneración, es capaz de infligir en los animales un daño que en muchas ocasiones resulta irreparable.
En esta ocasión, ha sido una protectora murciana la que ha contactado con nosotros para denunciar la situación de Fifi, una perra preciosa que fue encontrada hace ya cuatro años con una mutilación de lo más cobarde.
Encontrada con orejas y rabo cortados
Fifi es una perra mestiza de gran tamaño que nació a principios de 2016 y que fue hallada en El Algar, una pequeña localidad de Cartagena (Murcia) con las orejas y el rabo cortados.
Como era de esperar debido al sufrimiento innecesario que le hicieron sentir, esta perra era un poco desconfiada y miedosa al principio, pero en la protectora Patitas Unidas Los Alcazares encontró un nuevo camino para volver a sentir el cariño que desprendía.
Sin embargo, y muy a pesar de lo simpática y risueña que es, esta perra sigue sin encontrar una familia que la quiera para siempre cinco años después. ¿Es que nadie la quiere por sus mutilaciones?

Es una grandullona muy juguetona y mimosa que se lleva bien tanto con humanos como con otros perros, pero nadie hasta ahora le ha dado la oportunidad que merece. La salvaje mutilación que sufrió cuando era joven sigue pasándole factura a día de hoy.
Desde esta protectora murciana nos piden visibilidad a su caso y desde Wamiz no podemos hacer más que ayudar y, de paso, pedir más campañas de sensibilización y formación a la ciudadanía sobre este asunto.

Una práctica terrible
Cortar las orejas y el rabo a un perro es privarle de manifestar su estado anímico a través del lenguaje corporal. No se debe olvidar el dolor que sufre en el proceso -que suele realizar sin anestesia-, pero lo peor es dejarle sin su capacidad de expresarse. Es como si a un humano le cortan la lengua.
En el procedimiento se atenta contra el pabellón auricular del animal, cuya consecuencia directa es una disminución en la audición y mayor riesgo de sufrir otitis y enfermedades relacionadas con el oído.
Aún así, Fifi es una perra alegre que solo necesita una familia para demostrar que sigue siendo una perra completamente plena. Te animamos a que le es esa oportunidad que requiere.
