Nos llega una historia desde Ohio (Estados Unidos), donde hemos conocido las dos grandes caras del ser humano, desde la más egoísta y cobarde hasta la más generosa.
El protagonista de este capítulo es un Bulldog americano llamado Jack. La protectora Peaches Bully Rescue ha reportado su caso y ya adelantamos que ha creado verdadera conmoción en su país.
Cachorro va a conocer a su nueva familia
Este pequeño de tan sólo ocho meses sufre una discapacidad de nacimiento en sus patas traseras que le impide andar demasiado -solo puede dar unos pequeños pasos y tiene que usar siempre pañal pues sufre de incontinencia-, pero a comienzos de febrero encontró una familia que estaba decidida a adoptarlo.
El día del encuentro, Jack fue vestido especialmente para la ocasión. Era su gran día y por fin iba a conocer a su nueva familia. Era un sueño hecho realidad.
Aquellas personas decidieron apostar por Jack pese a su desafortunado diagnóstico de espina bífida y aseguraron que le darían el hogar cariñoso que necesitaba.
Sin embargo, aquel trayecto de 40 minutos hacia su nuevo destino se convirtió en un viaje de ida y vuelta pues nadie se presentó en el lugar de encuentro acordado en Westchester, Ohio.
La triste verdad
¡No hay nadie! La familia se arrepintió en el último momento y decidió 'desaparecer del mapa'.
Los voluntarios del refugio de Peaches Bully Rescue intentaron contactar con ellos, pero no tuvieron éxito.
Jack fue víctima de 'ghosting': Nadie contestó al teléfono, ni a los mensajes de SMS, ni a los chats, ni tampoco al correo electrónico... No hubo ni una sola posibilidad de hablar, ni una justificación. Simplemente se escondieron.
El viaje de vuelta fue un verdadero drama para todos, especialmente para el pequeño Jack, a quien habían bañado y vestido especialmente para causar buena impresión a sus nuevos dueños. ¡Incluso llevaba un pañal de Mickey Mouse! Fue difícil contener las lágrimas.
¡Innumerables solicitudes para Jack!
A la vuelta, los voluntarios publicaron el triste episodio vivido en su cuenta oficial de Facebook... ¡sin esperar que se hiciese viral prácticamente de inmediato!
Tanto fue así que hasta 200 buenas personas contactaron con ellos asegurando que les gustaría darle un hogar al precioso Jack. Además, también se produjeron más de 600 consultas interesándose igualmente por el perro.
Personas de todo el mundo (Australia, Alaska, Reino Unido, Alemania, Puerto Rico, Singapur y por supuesto Estados Unidos) enviaron juguetes a Jack y donaron distintas cantidades para ayudarlo a encontrar su hogar verdadero.
Jack ha aprendido para siempre que 'no hay mal que para bien no venga'. Aquella primera familia nunca lo habría querido de verdad, y ahora tiene incluso la posibilidad de elegir entre innumerables solicitudes dónde estará mejor. ¿Llegará el final feliz deseado? ¡Crucemos los dedos!
