Viajamos en el tiempo, concretamente hasta el año 2018. Por esa fecha, un gato llamado Scout dejó (y lo sigue haciendo) a millones de personas sin habla. ¿Qué hizo exactamente?
El gatito pasaba sus días entre las patas de su mejor amigo, un perro que repondía al nombre de Charlie. Este par se hizo inseparable desde el primer día en que sus miradas se cruzaron.
Sin embargo, el tiempo no pasaba en balde y Charlie tenía 10 años cuando conoció a Scout. Era un abuelito que se dejaba mimar por el minino.
La ''pareja'' compartía la comida, dormían juntos, jugaban juntos... Y aunque Charlie era mucho más grande que Scout, siempre tuvo mucho cuidado de no hacer daño a su amigo.
Pero, desgraciadamente, nada es para siempre...
Una separación difícil
Aquejado de un cáncer, Charlie murió tras varios meses de dura lucha contra la enfermedad. Una muerte que alteró completamente a Scout. A pesar del tiempo, Scout no conseguía superar la dolorosa pérdida.
Al ver que el gatito estaba cada día peor, sus dueños encontraron una solución para subirle la moral al gatito.
Un regalo muy especial
Los propietarios de Scout decidieron instalar una tableta en la antigua cama del perro. En ella, Scout podía ver vídeos de su compañero Charlie.
Al ver los vídeos de Charlie, Scout se acercó y se acurrucó junto a la tableta, como si su amigo estuviera a su lado. 😢
Pero un día, los dueños de Scout decidieron sorprenderla trayendo a casa un cachorro. Así fue como Scout conoció a Oswald. Y si su amistad no es la misma que la que comparten Scout y Charlie, tienen sus propias costumbres.
Ha nacido una nueva amistad, y toda la familia disfruta de sus nuevas aventuras.