Meghan Lynch, voluntaria de Associated Humane Tinton Falls, todavía no ha podido olvidar el susto que se llevó hace un par de años cuando volvía del trabajo.
Lynch se encontró en la calle con una caja de cartón cerrada abandonada bajo el calor de un sol abrasador. Preocupada por lo que pudiera haber dentro, la mujer se acercó al paquete y lo abrió. Ante sus ojos se encontraba la cara más oscura del ser humano.
Un triste descubrimiento
Dentro de la caja, que la mujer abrió con delicadeza, se encontró con una maraña de pelo. Conmocionada ante la escena, la mujer vio a un perro abandonado que aún estaba vivo. ''Todavía respiraba cuando abrí el 'paquete''', subrayó Lynch al medio citado anteriormente.
Pero eso no fue lo único que se encontró Lynch dentro de la caja. Cuando levantó al perro para ponerlo a salvo, encontró una nota que decía lo siguiente:¨''Encontré esta cosa sucia de camino al trabajo. No tengo idea de qué hacer con él.''
Unas palabras que dejaban al descubierto la irresponsabilidad del propietario del perro. Un hecho que la voluntaria estaba cansada de escuchar y ver debido al trabajo que desarrolla en el refugio. ''Estamos hartos de ver a propietarios incapaces de asumir sus actos. Personas capaces de poner en peligro la vida de una criatura inocente en el momento que deja de interesarles seguir viviendo con ella'', afirmó Lynch.
Una vida nueva para Halle
Halle, así bautizaron en la asociación al animal que resultó ser una perra, recibió los cuidados necesarios para bajar su temperatura corporal y tranquilizarla del shock. Tiempo después, la perra fue aseada.
Tras asearla, la perrita se sintió mejor. Fue entonces cuando los voluntarios comprobaron que Halle tenía una doble catarata y estaba totalmente ciega. Pero su condición y su edad (10 años) no le impedían estar dispuesta y ansiosa por seguir adelante.
Ahora, rodeada de amor, la perra disfruta de su merecía nueva vida al lado de personas que cuidarán de ella hasta el final de sus días.
