Durante el pandémico verano de 2021, los habitantes de la localidad holandesa de Aalsmeer se vieron sorprendidos por ladridos procedentes de un granero.
Según Wamiz Holanda (los primeros en contar la historia), lo preocupante fue que el propietario del cobertizo del que venían los estruendos no tenía perro y llevaban sin verlo casi quince días. ¿Qué estaba pasando en ese lugar?
Perro encerrado durante días
Tras soportar intensas jornadas de ladridos y ante la ausencia del dueño del granero, los vecinos llamaron a los servicios de emergencia. Rápidamente, los operarios llegaron al lugar y confirmaron que había un perro que presentaba un cuadro de estrés.
''Ladraba sin cesar, arañaba las paredes del cobertizo con las uñas, luchaba con todas sus fuerzas por salir de allí'', aseguraron los operarios que se encargaron del caso.
Minutos más tarde, los rescatadores preguntaron a los vecinos qué habían visto y oído últimamente. Y todos coincidieron: ''el perro llevaba allí al menos dos días, el dueño del granero no estaba. Se escuchan los ladridos y el sonido de los arañazos en las paredes... Pero el propietario del cobertizo no tenía perro''.
Operación de rescate en marcha
Según las leyes holandesas, los operarios necesitaban una orden para entrar a rescatar al animal. Cuando consiguieron el permiso, los bomberos intervinieron y forzaron la puerta del granero.
Sin embargo, poco pudieron hacer por el animal, un perro de raza pastor belga, que huyó despavorido en el momento que se sintió libre. ''Ni la policía ni los bomberos ni los voluntarios pudieron retenerlo'', aseguraron los presentes a medios locales.
Desde la página de Facebook de este barrio holandés, subrayaron que el animal fue golpeado hasta en tres ocasiones antes de que consiguieran atraparlo. ''Finalmente, voluntarios y operarios consiguieron calmar al perro y pudieron atarlo tranquilamente. Afortunadamente, el perro resultó ileso", afirmaron.
El final de la historia no quedó claro...
Han pasado meses desde que saliese a la luz este caso, y aún quedan varias preguntas en el aire a las que nadie ha sabido responder: de quién era el perro, por qué lo habían dejado atado en el granero, por qué lo golpearon los operarios...
Mientras los medios locales no dan novedad alguna sobre esta historia, por su parte; la policía abrió una investigación para esclarecer los hechos.
