Una pareja de Auckland, Nueva Zelanda, tiene un felino de dos patas que es toda una maravilla.
Conocieron a Simón en un refugio para animales y quedaron cautivados por su personalidad. Al principio ni siquiera notaron que a este gatito anaranjado le faltaba una pata trasera.
Un gatito sin una pata
Las cosas tomaron un giro inesperado poco después, cuando Simón fue atacado por el perro de un vecino y terminó con una fractura expuesta en su pata anterior izquierda.
Fue llevado inmediatamente con el Grupo de Especialistas en Veterinaria (VSG por sus siglas en inglés) en Mt Albert (NZ) para una cirugía de emergencia. Sin embargo, su pata nunca comenzó a sanar, y finalmente, a los veterinarios no les quedó más remedio que amputar la extremidad para poder salvarle la vida a Simón.
El gatito anaranjado no se quejó ni una sola vez durante toda su tragedia. Siempre estaba de buen humor y ronroneaba como un motor de coche al recibir ayuda del VSG.
A Simón no le molestó en lo absoluto tener un yeso en su pata mientras intentaban salvársela, e incluso lo utilizó a modo de muleta.
Resiliencia gatuna
Después de amputarle la pata, Simón se recuperó en apenas un par de días, y ya estaba saltando por toda la casa con sus patas derechas. Ahora ha vuelto a ser tan rápido, ágil y audaz como siempre lo fue.
"Él es un gato desenfadado y con una gran resistencia ante las adversidades", contó Emma, del Grupo Especialista en Veterinaria.
Tener solo dos patas no significa nada para Simón: puede hacer lo mismo que cualquier otro gato de cuatro patas, incluso subir las escaleras. Esto no lo ha limitado en lo más mínimo.
"Nunca hemos pensado en Simón como un gato 'especial'", solo es nuestro hermoso Simón. Cuando compartimos el vídeo y vimos los miles de comentarios, solo entonces nos dimos cuenta de la gran estrella que es".
¡Aquí puedes verlo en acción!
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