Froggy, la perra que ocupa estas líneas, vivió junto a su propietario terribles de momentos de dolor e indiferencia.
Son muchas las personas que, tras conocer su historia en las redes sociales, aseguran que ignorar a un animal que sufre (sobre todo si es el tuyo) es una vertiente más del maltrato. O, directamente; una crueldad.
Indiferencia inhumana
A Froggy la atropelló un coche cuando era un cachorro. Las secuelas del accidente fueron una fractura en la columna vertebral y la pelvis destrozada. Aunque lo peor que le ocurrió nada tuvo que ver con ellas sino con la impasibilidad. Su dueño jamás la llevó al veterinario.
Según se puede leer en redes sociales, su cuidador pensó que a Froggy no le había pasado nada, que no tenía problema alguno, que podía seguir con su vida como si nada. Sin embargo, la perra sufría mucho y sus chillidos y aullidos desesperados se oían en toda la manzana.
Por su parte, el propietario siguió días sin inmutarse ante el dolor de Froggy hasta que, finalmente, alguien decidió intervenir.
Los empleados del servicio de bienestar animal de Baja Silesia (Polonia) rescataron a la perra y la llevaron a una clínica veterinaria situada en Wrocław. Allí, Froggy se recupera bajo la atenta mirada y los cuidados de los veterinarios.
Actualmente, la perra se encuentra a la espera de otra operación a la par que recibe sesiones de rehabilitación, pero probablemente necesitará una silla de ruedas para moverse.
A día de hoy, Froggy vive con una familia de acogida quienes la apoyan, la cuidan y la miman.
Pamiętacie Żabcię, szczeniaka potrąconego przez samochód, z połamanym kręgosłupem i potrzaskaną miednicą, która leżała...
Posted by Dolnośląska Straż ds. Zwierząt on Monday, April 4, 2022