Una mujer llamada Dee iba camino a recoger a su gata a la casa de sus vecinos, cuando escuchó el llanto de un gatito.
Se había ido de vacaciones y los vecinos amablemente habían aceptado cuidar de su minina. Sin embargo, en el camino, un sonido la hizo detenerse.
Un lamento inusual
Dee iba a casa de los vecinos cuando escuchó unos maullidos.
"En realidad era más como un lamento", cuenta.
Se acercó a investigar y vio a un gatito anaranjado, muy flaco, escondido y acurrucado debajo de un auto en el patio del vecino. Era apenas piel y huesos; estaba sucio y muy hambriento.
Pensó que el gatito saldría corriendo en cuanto ella tratara de tocarlo, pero en cambio, el minino se acercó, quizá creyendo que tenía algo de comer.
Lamentablemente, no era el caso.
Informó a los vecinos sobre el pequeño felino y corrió a su casa para conseguir una cesta y algo de comida. Pero para cuando regresó, el gatito había desaparecido. Estuvo llamándolo un largo rato, pero fue en vano.
Decepcionada, se regresó con su gata a casa.
Un pequeño inquilino
Dos horas más tarde, recibió una llamada de los vecinos diciendo que habían encontrado al gatito. Tomó la comida para gatos y la cesta, y fue de inmediato.
El pequeño no pudo resistirse a la comida que le ofreció. Estaba muriendo de hambre.
Mientras devoraba su comida, Dee aprovechó para meterlo cuidadosamente en la cesta y llevárselo a su casa.
Estaba en muy mal estado, tenía el pelo enmarañado, mucha suciedad en las orejas y estaba lleno de pulgas.
Dee lo limpió con un trapo mojado y lo llevó al veterinario de emergencia. Fue tratado por deshidratación, parásitos y pulgas. Durante los días siguientes, Rufus, como lo nombraron, pasó la mayor parte de su tiempo durmiendo y comiendo.
Lento pero de forma segura, recuperó su fuerza, aumentó de peso y comenzó a mostrar su verdadera personalidad.
Dee y su familia publicaron fotos del gatito en internet, pero tras varias semanas, nadie lo había reclamado ni mostrado interés en adoptarlo.
En esas tres semanas, cada que veía a Dee o a su padre, el gatito se emocionaba.
En un mes, su pelaje se volvió más denso y vocalizaba más. De alguna forma logró hacer amistad bastante rápido con el otro gato de la casa y se volvieron inseparables. Desde entonces, la familia adoptó también otro gato atigrado, que actualmente se lleva muy bien con ambos.
Rufus es muy dulce, corre detrás de las mariposas, le gusta acostarse completamente estirado en el centro de la sala, y cuando la familia se sienta allí, se planta en el regazo de alguien. Maúlla mucho y el sonido que hace para pedir agua es diferente al que hace para pedir comida...
A los seis meses, se había operado un milagro y no se parecía en nada al gato que Dee había encontrado debajo de un coche.
From Dobby the house elf to a majestic butterball. Rufus turns two today.
by u/Rufusie in FromKittenToCat
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