Reciclar está de moda. Cada vez son más las personas que optan por comprar ropa, accesorios, electrodomésticos y/o elementos decorativos de segunda mano para reducir el consumo y cuidar del Planeta a través de pequeños gestos al alcance de todos.
A esto también se suma el concepto “Do It Yourself” (DIY, es decir, 'hazlo tú mismo') que hace referencia a la práctica de crear o arreglar cosas personalmente en vez de pagar a un profesional o comprar algo nuevo. En este sentido surge la siguiente pregunta: ''¿para qué adquirir algo nuevo si se puede hacer con nuestras propias manos?''
Seguramente la persona que revolucionó Twitter hace unos días con un elemento decorativo sin precedentes pensó en ello.
¿Qué es eso?
La usuaria de Twitter @biggestweiner compartió el pasado 16 de julio unas fotos y unos vídeos que han marcado un antes y un después en las camas para gatos. Lo que a priori (y de lejos) parece un televisor viejo es... ¡un refugio pensado para el uso y disfrute de un gato!
''Mi padre compró un viejo televisor y lo destripó para convertirlo en una cama para gatos ??'', rezaba el tweet de la mujer. ¿Qué te parece?
Una cama para gatos muy original
Tal y como se aprecia en la foto, la gata llamada Mipha parece estar encantada con su nueva cama y dentro de su refugio. Una idea que está siendo muy comentada en la red social debido a la imaginación del dueño del animal que no escatimó en detalles.
''El botón de brillo original en la parte delantera de la tele también actúa como un interruptor de regulación de la luz'', comentó la propietaria de la cuenta (y de la felina) mientras publicaba un vídeo explicativo sobre el mecanismo. ?
A pesar del potencial de este antiguo televisor convertido en cama para gatos no todos los felinos del hogar se sienten atraídos por el mismo. Según cuenta la propietaria de los felinos e hija del inventor, Mipha no es la única gata de la casa. En el hogar también vive Noodle y Juniper. El primero no acaba de entender el concepto de la televisión mientras que el otro no se ha acercado ni siquiera al aparato.
No cabe duda: para gustos, colores y para camas... ¡gatos!
También te puede gustar:
Casos asombrosos
