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cachorro de husky adoptado

Si no es un husky, ¿qué animal puede ser?

© Keystone Puppies

Pensaron que habían adoptado un husky pero: ¡el diagnóstico del veterinario los deja en shock!

Por Águeda S. Lastra Periodista

Publicado el

Los hechos ocurrieron en Palo Alto (California) hace unos años, pero a día de hoy tanto los miembros de la familia como los vecinos siguen en shock. 

Una pareja se decidió a adoptar un perro grande de un refugio, meses después; se dieron cuenta de lo que realmente tenían en casa. 

Según contó la hija de la pareja en Tumbrl, información de la que se ha hecho eco The Mirror, sus padres acogieron a una nueva mascota tras perder a su querido pastor alemán, Cops. 

''Después de estar de luto durante un tiempo, mamá y papá decidieron adoptar un perro juntos'', comentó su vástaga. 

Y añadió: ''Para ello fueron al refugio de animales de Palo Alto (California). Era el año 1987, y una vez allí; mamá mostró su predilección por los perros grandes''. 

Tenían el perro perfecto para ellos

En ese momento, uno de los voluntarios del refugio les aseguró: ''Tenemos un perro grande para dueños con experiencia, se puede adoptar hoy, incluso les haremos descuento en todos los trámites e importantes a realizar''.

Los padres de la chica jamás sospecharon que el animal que se llevarían a su casa no era un perro. 

"...Mis padres no sospecharon nada", sentenció la hija de pareja. 

Tras conocer al animal de 45 kilos, la pareja cayó rendida ante sus encantos e inmediatamente firmaron los papeles para llevárselo a casa. 

El perro, una hembra, fue bautizado con el nombre de Mazel y desde el minuto uno vivió su mejor vida. Cuidados, mimos, aprendizaje... Sus nuevos humanos estaban día y noche pendiente de ella. 

Una perra muy lista

"Mazel descubrió cómo abrir las puertas, abría los recipientes de comida, no labraba casi nunca ni tampoco perseguía animales. Ella tenía sus propios hábitos. Un día, Mazel acechó y atrapó a un ardilla en un segundo para llevársela a su madre como ofrenda'', escribió la chica en su cuenta de Tumbrl. 

Asimismo, Mazel conocía todas y cada una de las órdenes que sus humanos le habían enseñado. Era un animal muy inteligente y rápido. 

''Era capaz de abrir las puertas, salía a pasear por el barrio y volvía siempre a casa a cenar'', aseguró la hija de los dueños de Mazel. 

Tras darse cuenta de que Mazel era mucho más inteligente que cualquier otro perro que hubieran cuidado, la matriarca del clan decidió llevarla al veterinario para una revisión rutinaria.

En ese momento, la propietaria de Mazel se enteró de una verdad estremecedora. 

Mazel no era un perro

''¿De dónde demonios has sacado un lobo?'', le gritó a la dueña de Mazel el doctor Hamada. 

Tras insistir, el veterinario supo quiénes habían sido los encargados de dar en adopción a ese animal y los llamó furioso. 

Desde la asociación resaltaron que Mazel era un híbrido, probablemente cruzado con husky
Imagen de ilustración de un lobo en su hábitat natural ©Shutterstock Alzbeta

Uno más de la familia 

Como propietaria de perros con muchos años experiencia, la mujer que adoptó a Mazel decidió quedarse con la perra. 

''Todo salió a las mil maravillas hasta que dos años después, mi madre se quedó embarazada, de mí'', relató la hija de la pareja. A lo que añadió: 

"Mazel se dio cuenta al instante y reaccionó cavando un gran agujero en el patio y cazando aún más ardillas para mi madre".

Y siguió contando: "Por consejo de mi abuela, mi madre se quedó a dormir en el hospital una vez que dio a luz y papá se fue a casa con una camiseta que tenía el olor de mi madre y el mío. Mazel se pasó toda la noche desconcertada. A la mañana siguiente, cuando mi madre llegó a casa conmigo, se produjo un reconocimiento instantáneo de 'cachorro (yo).''

Por su parte, el veterinario estaba muy preocupado por cómo iba a terminar la historia con un bebé de por medio. 

"El doctor Hamada pensó que mi madre estaba loca hasta que me vio sostener la boca de Mazel y meter la cara para poder mirar sus dientes...", confesó la chica. 

Afortunadamente, los malos presagios del doctor jamás ocurrieron y Mazel se comportó como el animal de compañía que sus humanos adoptaron y educaron. 

Esta 'perra' falleció mientras dormía 19 años más tarde dejando a su familia desconsolada. Hoy, tras varios años sin ella; las personas que la cuidaron hasta el final siguen agradecidas por los maravillosos años que Mazel les regaló y por todas las aventuras que vivieron a su lado. 

 

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