Una noche como cualquier otra, Jen Edmondson salía de su casa, situada en Texas (Estados Unidos) cuando se dio cuenta de que algo asomaba entre los arbustos que había debajo de su buzón.
Sin dudarlo, Jen se acercó lentamente y se encontró con dos ojos que la miraban fijamente.
¿Quién la miraba así?
Rápidamente, la mujer supo quién la miraba de aquella manera en ese lugar recóndito: era un perro blanco, tamaño XXL, que necesitaba ayuda.
En ese momento, Jen decidió grabar un vídeo del animal con su teléfono para compartirlo en su página de Facebook con la intención de encontrar a sus dueños.
Ayuda urgente
Mientras tanto, la mujer volvió a casa a buscar comida y agua para darle al perro. A partir de las primeras respuestas leídas en la red, comprobó que mucha gente ya conocía al cánido. Era un habitual de la ciudad.
El perro se mostró bueno y cariñoso y Jen no pudo evitar acariciarlo y abrazarlo durante mucho tiempo. Se había formado un vínculo muy fuerte entre ellos, tanto que la mujer lo bautizó con el nombre de Gibbous.
Familia de acogida
Desgraciadamente, nadie acudió a rescatarlo: probablemente no tenía familia, era un 'callejero'. Entonces Jen decidió acogerlo, ella sería su familia de acogida, a la espera de encontrarle una adopción definitiva en el futuro.
Tal y como ella misma contó en sus redes sociales, convive con un perro mayor y a día de hoy aún no sabe cómo será la convivencia entre ambos. Pero una cosa tiene muy clara: ¡se ha enamorado de este adorable animal que se cruzó en su camino una noche de verano!
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