Este gato de 15 años -un viejecito felino- vagaba solo por las calles de Nueva Jersey intentando sobrevivir. Cuando llegó al Orfanato Animal de Voorhees, no tardaron en darse cuenta de cuánto amor necesitaba este minino. Pero a su edad, y con los problemas de salud que tenía, eran conscientes de que podía no resultar fácil encontrarle un hogar en el que terminar de envejecer.
Llamaron al gatito Barnaby y, como suelen hacer las protectoras y refugios, difundieron su historia en las redes sociales. Así fue como el Dr. Ed Sheehan y su esposa, Clare Sheehan, veterinarios del Sheehan Veterinary Center, vieron a Barnaby por primera vez. Al ser un gato que necesitaba, por su edad y situación, muchos cuidados veterinarios, la pareja, que podía dárselos más que de sobra, decidió adoptarlo.
Cuando el gatito llegó a la clínica de sus nuevos papás, para una revisión veterinaria, todo el personal se enamoró de este adorable minino, que gracias a los cuidados y mimos que recibió no tardó en mejorar visiblemente.
Poco a poco… rejuveneció
Un tratamiento con antibióticos y mucho amor fueron la receta “secreta” para que este viejecito empezase a coger peso y a recuperar el brillo de su pelaje. Y, aunque sus ojitos están dañados y ya no ve tan bien como antes, se adapta perfectamente a su nueva vida.
Gracias a la profesión de sus papás, tiene todos los cuidados que necesita, que no son pocos, y que de otro modo habrían supuesto un gasto, tal vez, demasiado grande para otra familia adoptiva… Afortunadamente, Barnaby tiene un hogar en el que envejecer sin ninguna preocupación más allá de ser feliz. ¡Como debe ser!