La etapa de cachorro de un perro es sin duda la más adorable: su pelaje despeluznado, unos andares torpones, lo quieren morder todo, y tienen al mismo nivel las ganas de jugar que de echarse una siesta.
Además, también es la época más determinante para su desarrollo y educación.
Todos esos momentos quedarán reflejados en dos lugares: en tu corazón y en la cantidad de fotos que os habréis hecho juntos a lo largo de los años.
Te mostramos aquí 10 fotos íntimas del antes y el después de los cachorros más adorables del mundo. 10 fotos que repiten la misma escena años después.
1. Este perro sabe que su mirada profunda... ¡conquista corazones!
Cada perro sabe explotar su potencial para conquistar los corazones de sus humanos, y este grandullón, sin duda, guarda la misma mirada rompedora que de cachorro. Solo hay que analizar la cara de su humana: se le cae la baba igual de niña que de mayor.
2. Dormir es el deporte favorito de esta cachorra
Parece que la cama la compraron pensando en cuando la cachorra se hiciera mayor. Y pasó de ocupar el borde de la misma a expandirse por toda ella. ¡Qué mona!
3. El trío de labradores inseparables
Está el labrador chocolate blanco, el chocolate con leche y el chocolate negro. El trío de labradores en la primera foto posa como si no hubiera roto un plato nunca, y en la segunda son ya todos unos adultos responsables. A saber las trastadas que han hecho estos tres juntos...
4. El conejo que sirve de peluche al perro
Este perro, lejos de cazar al conejo, lo convierte en su amigo más íntimo, ¡es su peluche! Pasan los años y los dos se acurrucan de la misma forma.
5. La mejor almohada, ¡tu hermana!
Los perros también tienen sus propios hábitos a la hora de dormir. Y a este par se conoce que le gusta esta pose: uno usa de almohada a otro. ¡Para qué perder las costumbres!
6. Al suelo, porque el perro ya... ¡no me cabe en los brazos!
Humana y perro mantienen la misma cara de felicidad en la foto, pero el escenario cambia un poco. El cachorro de raza San Bernando se convierte en todo un grandullón y... ¡Hay que tirarse al suelo para salir divinos!
7. Esa sonrisa te delata: estás pasando muy mal rato
Esta perrita corgi debe de tener unos sueños muy alegres a juzgar por su cara de felicidad. La sonrisa durmiendo le perdura en el tiempo. ¿Con qué estará soñando?
8. Se veía venir... el cojín se le quedaba pequeño
A este perro se le veía ya desde cachorro sus intenciones de ocupar el sofá. Todo comienza por el cojín y acaba con todo el sofá para él (y con humana incluida).
9. Dame un minuto, verás que sí entro en el cajón
Algunos, aunque crezcan, se creen todavía pequeños como cachorros y pretenden hacer las mismas cosas que cuando eran bebés. Y a este perro se le sale ya medio cuerpo del cajón. ¡Ahora seguro que ya ni cabe!
10. El espíritu infantil persiste hasta con el perro
Hace unos años, se puso de moda aquello de recrear fotos de la infancia una vez adultos. Estas hermanas quisieron hacer lo propio con su perro, al que ya se le van notando las canas en la segunda imagen. ¡Vaya grupo!
Pasarán los meses, los años y cuando eches la vista atrás, comprobarás los grandes momentos que te ha dejado tu peludo, que todavía conserva su alma de cachorro.
¿Tienes tú alguna foto así?