Los perros saben más que el hambre y, aunque quieras negarlo, están haciendo una conquista silenciosa para dominarnos. Piénsalo: se apoderan del sofá de casa, te invaden la cama y es el único animal que ha logrado que los humanos les recojamos sus excrementos. Los perros son los reyes de la casa.
El pastor alemán reclama su dosis de caricias
El secreto de los perros para despistarnos es usar su mirada de ojos melosos. Solo hay que ver el ejemplo de este pastor alemán. Con todo lo grandullón que es, llora como un bebé si lo dejas de acariciar. El perro está la mar de a gusto tumbado sobre su humana, humana que le está regalando el masaje de su vida.
Caricias suaves, más rápidas, más intensas y de repente… ¡para! El pastor alemán no duda en usar sus armas para reclamar lo que le pertenece por derecho: más y más mimos. “¿Qué es eso de parar de acariciarme? No hay que jugar con los sentimientos, humana”, diría el perro.
En los 50 segundos que dura la grabación, aparte de comprobar que el perro está disfrutando de lo lindo, se desvela la clave fundamental para lograr su objetivo: usar su mirada al estilo del gato de Sherk. ¿Quién se resiste a eso? Todo sea por más y más caricias ?.
Escrito por: Lola Duarte, periodista especializada en comportamiento canino y legislación animal.