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Un perro atado a un árbol en el terreno que vigila
© Wanphen Chawarung

Perros que viven encadenados, una práctica prohibida en España que se aleja de la realidad

Por Rocío R. Gavira Periodista

Publicado el Actualizado el

En España todavía hay perros que viven encadenados, una conducta expresamente prohibida por ley que muchos ignoran

“Los perros tenían que vivir todos atados a una reja”. Esta frase me la soltó una señora hace unos años, mientras paseaba a Chufa tranquilamente por el pueblo de Andalucía en el vivíamos. Cualquiera de nosotros, que queremos a nuestros perros a rabiar, nos llevaríamos las manos a la cabeza, no solo por tal afirmación, también por ver a un perro en esas condiciones. Pero tristemente esa es la realidad de miles de perros que viven encadenados en España, una práctica prohibida en España por ley y que muchos no respetan.

El perro, una herramienta de trabajo

Recuerdo que en aquel instante me quedé bloqueada frente a la señora. No hubo ni un “buenos días”. Atacó sin más. Seguramente para ella, calculo que tendría sobre los 70 y pico años de edad, sería lo más normal del mundo que un perro viva atado a un árbol, a la entrada de una parcela, o en una jaula. No es que comprenda a la señora, ni mucho menos, pero bien es cierto que en España los perros han sido durante décadas y décadas herramientas de trabajo en el campo. Se les usaba, y todavía lo hacen algunos, para vigilar sus parcelas, sus casas. Para cazar, para pastorear, para proteger su ganado… ¿Y en qué condiciones vivían estos animales? En el propio terreno, a la intemperie, atados a cualquier parte.

Por qué el perro vive encadenado

Esa imagen del perro como herramienta de trabajo choca con la que tenemos hoy el común de los mortales: los perros son miembros de nuestra familia. Sabemos que el perro es un animal sociable y por tanto necesita de contacto con el ser humano, existe un vínculo íntimo entre los perros y los humanos. Entonces, ¿por qué hay personas que todavía, en pleno siglo XXI, deciden que su perro viva encadenado? Según revela un informe veterinario de AVATMA de 2017, estos serían algunos de los motivos:

  1. Creen realmente que los perros han de vivir fuera del hogar.

  2. Les estropean el jardín, cavan agujeros o muerden las plantas.

  3. Se escapan de sus cercados al no ser éstos los adecuados.

  4. Protegen su vivienda.

  5. Tienen problemas de comportamiento que los dueños no quieren solucionar.

  6. Son demasiado grandes para vivir dentro de la casa.

  7. Tenerlos separados cuando tienen varios y evitar así montas indeseadas o que se peleen entre ellos.

Consecuencias psíquicas para el perro

Como refleja la organización AVATMA en su informe, “estos perros son ‘invisibles’, en el mejor de los casos les oímos ladrar en la distancia día y noche. De hecho, esta situación tiene para el animal importante repercusiones psíquicas por lo mal atendidos que suelen estar. A menudo carecen de agua, ya que continuamente se les vuelcan sus cuencos, suelen carecer de atención veterinaria, sufren de malnutrición y de temperaturas extremas".

Repercusiones físicas

Además, al no contar con la adecuada estimulación social, está siempre solo, se generan emociones negativas, como tristeza y miedo, que darán paso al estrés. Su reacción más probable será ladrar a todo lo que pase por delante suya, incluso desarrollará una actitud agresiva. Por no hablar de las consecuencias físicas, “está cubierto de heridas, que es el resultado de la tracción constante de su cuello. Los tirones para poder escaparse del collar provocan erosiones en esas zonas, a veces muy profundas, lesiones en las vértebras cervicales y problemas de espalda”, señala el informe.

Por desgracia, todavía esta es la realidad de miles de perros en España. De hecho, una seguidora de Wamiz nos ha hecho llegar la petición que lanzó a través Change.org para frenar esta situación en Galicia. “Hasta ahora casi lo único que había encontrado, salvo alguna honrosa excepción, era inacción y escasa sensibilidad, y no solo por parte de la población en general, sino por parte de quienes deberían hacer cumplir las leyes y defender del maltrato a nuestros perros, como miembros de una comunidad que también tienen sus derechos reconocidos”. Y es que, pese a lo floja que es la ley española en cuanto a protección animal, la normativa contempla expresamente que los perros no pueden vivir encadenados.

Las normativas autonómicas de España

Por ejemplo, en Cataluña, el Decreto Legislativo 2/2008, de 15 de abril, por el cual se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Protección de los Animales, recoge en su artículo 5, la prohibición de: “d) mantenerlos en instalaciones indebidas desde el punto de vista higiénico-sanitario, de bienestar y de seguridad del animal. […]; l) mantenerlos atados durante gran parte del día o limitar de manera duradera el movimiento que les es necesario. […]”. La ordenanza municipal de Barcelona de 2014, prohíbe expresamente que los perros estén atados más de dos horas y que permanezcan más de 12 horas solos en los domicilios. Otro ejemplo es el de Andalucía. La Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de Protección de los animales de Andalucía, establece en su  artículo 4.1: “c) prohibición de mantenerlos en lugares o instalaciones indebidas desde el punto de vista higiénico-sanitario o inadecuadas para la práctica de los cuidados y la atención necesarios que exijan sus necesidades fisiológicas y etológicas, según raza o especie. […]; f) prohibición de mantener permanentemente atados o encadenados a los animales”.

perro-encadenado-terreno Que los perros vivan encadenado en España, es más común de lo que creemos. / iiiphevgeniy

Galicia, camino del cambio

Lorena, la seguidora de Wamiz, exige que se cumpla la Ley de Bienestar Animal 4/2017 gallega, y parece que lo está consiguiendo. Según actualiza ella misma en su petición de Change.org, el gobierno de Galicia, tras conocer la situación a través del Grupo Parlamentario En Marea, creará mesas de trabajo por las diferentes instituciones para la aplicación de la ley, se desarrollarán campañas de comunicación para concienciar a la población y también se realizará un estudio sobre las infraestructuras de protección animal, en otras medidas que puedes ver aquí. En cuanto al municipio donde ella vive, Mugardos, “nace una Moción sobre Defensa del Bienestar Animal, presentada por el PP, aprobada en el Pleno del pasado viernes 26 de octubre, y que se materializa en las siguientes propuestas:

  • Añadirse a las líneas municipales que ofrece la Xunta para el cumplimiento de la Ley de Benestar Animal 4/2017.

  • Iniciar una campaña de sensibilización entre los vecinos para concienciar acerca de la problemática de tener a los animales atados”.

En España queda mucho camino por recorrer en cuanto al bienestar y la protección de los animales. Pero valga el ejemplo de Lorena para ver que este cambio es posible y que el apoyo político y el cumplimiento de las leyes es muy necesario para lograrlo. 

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