Las personas que conviven con un perro probablemente hayan pasado por alto una cosa: la calma y seguridad que aporta el perro a sus vidas. Y no es algo olvidado a conciencia, simplemente son sensaciones interiorizadas por el día a día junto al perro.
El perro da más seguridad
Cuando vas con tu perro por la calle, ¿cómo te sientes? En esta línea va el estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Jaén (*), sobre cómo los perros influyen en las reacciones humanas y la sensación de seguridad que dan en espacios públicos urbanos.
Para analizar el papel de la presencia de perros, el experimento se llevó a cabo observando a distintas mujeres y hombres, por separado, en estas escenas:
- Mujer / hombre caminando por la calle.
- Mujer / hombre junto a un perro de tamaño mediano en la calle.
- Mujer / hombre junto a un perro de tamaño pequeño en la calle.
Además, los tres escenarios fueron examinados en dos momentos del día diferentes, por la noche y durante el día (lo que en el estudio denominan como hostil y positivo respectivamente).
Los resultados indicaron que con ambos tamaños de perro hay una sensación de mayor dominio y sensación de seguridad, la ansiedad es menor. Esto se percibe especialmente en las “mujeres en contextos altamente positivos” (es decir, mujer de día en la calle).
En el caso de las mujeres, “ir acompañada de un perro de tamaño pequeño produce sensaciones similares en cuanto a excitación y control de la situación, en paralelo “a las sensaciones de ir con un perro mediano en escalas de control y seguridad”.
La investigación, publicada en ScienceDirect, indica que la sola la presencia del perro influye en los participantes para bien. Sin embargo, el tamaño del perro es más importante en escenarios positivos.
(*) Estudio realizado por Rafael Delgado-Rodríguez, Raquel Carriquí Madroñal, Cecilia Vázquez Villalba, Rafael Martos-Montes, David Ordoñez-Pérez. Facultad de Psicología de la Universidad de Jaén.
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