El pasado 8 de septiembre alrededor de las 19.30h (hora de España) el palacio de Buckingham anunciaba la muerte de la reina Isabel II a los 96 años de edad tras un reinado de siete décadas.
La noticia dejó al país sumido en la tristeza y ya se cuentan por millones las muestras de cariño y respeto hacia la monarca.
Tras la muerte de Isabel II están siendo muchas las incógnitas que se presentan ante la opinión pública, y una de ellas atañe directamente a los perros que sobrevivieron a la reina: Candy (un dorgi -cruce de corgi y perro salchicha- anciano), dos corgis (Muick y Sandy) y un cocker spaniel (Lissy).
Los perros de la reina de Inglaterra
En el año 2018, cuando falleció el 'último' corgi de la reina Isabel II, Su Majestad decidió no acoger a ningún perro más en su 'Corte'. Una de las razones, según publicó en su momento la prensa británica, era la preocupación que tenía su círculo cercano así como su personal de seguridad a posibles caídas y traspiés.
Además, en ese momento la reina de Inglaterra convivía con dos dorgis, uno de ellos, Candy, que aún vive.
Sin embargo, en 2021, cuando su esposo, el duque de Edimburgo falleció, su hijo, el príncipe Andrés, le regaló dos nuevos cachorros de corgi a su madre, la reina Isabel II. El duque de York sabía que los perros siempre habían sido un consuelo para la monarca y creyó que ese era un buen momento para subirle la moral, a tenor de las informaciones publicadas por los medios británicos durante esa etapa.
Desgraciadamente, uno de los cachorros cayó enfermo y falleció poco después, pero rápidamente otro perrito de la misma raza fue llevado a Palacio para hacerle compañía a la reina.
¿Quién cuidará ahora a los corgis de la reina Isabel II?
Antes de morir, la reina de Inglaterra compartía su vida con esos dos corgis, Sandy y Muick, con un dorgi y con un cocker spaniel. Cuatro perritos que, desgraciadamente, se han quedado huérfanos, y con el corazón roto, a la espera de que alguien cuide de ellos.
Según ha publicado durante el fin de semana el periódico The Sun, los dos corgis de la reina Isabel II serán adoptados por el príncipe Andrés y su ex mujer, Sarah Ferguson. Aunque la pareja está divorciada, ambos viven en el Royal Lodge de los Windsor, un entorno perfecto para los canes.
No cabe duda que los corgis estarán cuidados y tendrán una vida maravillosa junto a los duques de York. Aunque, por supuesto, tendrán que adaptarse a la vida sin su querida 'madre'.
Los detalles sobre el futuro de Candy (el dorgi mayor) y de Lissy (la cocker spaniel) aún no han trascendido, pero lo más probable es que sean adoptados por alguien del entorno puesto que la familia Windsor es conocida por profesar un gran amor hacia los animales, concretamente hacia los perros.
La corresponsal real Victoria Arbiter dijo una vez: "Todos los hijos de la Reina recibirían a sus perros con los brazos abiertos. La Reina nunca se iría sin saber que sus perros se quedarían bien atendidos''.
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