Los perros considerados potencialmente peligrosos (PPP), en general, tienen muy mala fama. Perros grandes, musculosos, casi de gimnasio, con potentes mandíbulas… sí, pueden dar miedo, los podemos dar por peligrosos si quieres, pero en últimos tiempos queda claro que lo principal que influye en su carácter es la educación que le des a tu perro. Sin ir más lejos, hoy hablamos de pitbulls de peleas de perros condenados a muerte que, además de tener una segunda oportunidad para vivir, dan muestra que son más buenos que el pan.
Pitbulls de peleas de perros condenados a muerte
Hace poco más de dos semanas Disney Pixar lanzaba su último corto con que nos hacía llorar de nuevo. Sin ánimo de hacer ‘spoiler’, esta nueva cinta nos cuenta cómo tratan a los perros de peleas y lo hacen a través de la amistad que establecen un pitbull y un pequeño gatito. El hombre hace que un animal se comporte con agresividad y crueldad para su propia diversión, una diversión de sangre, ilegal y solo con fines lucrativos: el perro no les importa nada.
La pitbull protagonista de la historia de hoy es Cuddles, una perra que durante un tiempo se vio envuelta en el terrible mundo de las peleas. Fue Ontario, Canadá, junto con otros 20 pitbulls más. Pero a diferencia de otros perros involucrados en la red de peleas caninas, Cuddles pudo cambiar su vida antes de su sentencia de muerte.
Condenados a muerte
En 2015, varios de estos perros fueron salvados de ese mal ambiente y llevados a la Sociedad de Ontario para la Prevención de la Crueldad a los Animales (OSPCA), donde evalúan su comportamiento para su posible adopción. Según un informe de People, la persona encargada de ello aconsejó que mataran a estos perros porque eran demasiado "peligrosos".
Muchos defensores de los animales condenaron esa sentencia de muerte y el caso terminó en manos de otro evaluador. Se trata de Jim Crosby, un teniente de policía retirado de Jacksonville, Florida, que se dedicó en los últimos tiempos a estudiar el comportamiento de los perros, especialmente los considerados PPP.
Una segunda oportunidad para vivir
De acuerdo con la evaluación minuciosa de Crosby, 29 de los 31 perros pasaron el "entrenamiento, así como una relación constructiva y solidaria con un humano". Y, Cuddles es una de esos 29 perros, por lo que le enviaron a refugios para "perros incomprendidos". Cuddles aprobó con éxito el programa TAILS (Teaching Animals and Inmates Life Skills), también obtuvo la certificación AKC Canine Good Citizen y obtuvo los máximos honores: Ph.D. de la Asociación de entrenadores de perros profesionales (APDT).
Con todas esas pruebas más que superadas, Cuddles convirtió una sentencia de muerte en su segunda oportunidad. Esta pitbull logró su final feliz en el otoño de 2018, cuando la llevaron de Florida a su nuevo hogar en Nueva York. Ahora Cuddles vive con un bombero retirado, Billy Brauer, quien buscaba amigo que le hiciera compañía después de sufrir un derrame cerebral. "Ella es una verdadera compañera, le da una razón para salir de la cama cada mañana. Él la alimenta, habla y juega con ella, la cuida y la ama", le dijo a People la hija de Brauer, Carolyn Schwerdtfeger, y agregó que su padre estaba deprimido y ansioso antes de que Cuddles entrara en su vida.
A lo largo de nuestra vida, podemos experimentar dificultades y pérdidas, pero la vida tiene mucho que ofrecer y nos puede sorprender de una manera inesperada. La historia de Cuddles nos enseña una valiosa lección:
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