El carácter del bóxer
Antes de meternos en faena, es importante tener en mente lo que caracteriza a un perro bóxer. Además de lo comentado sobre estas líneas, el bóxer es un perro muy alegre, vehemente, con mucho entusiasmo y “muy bruto, el cabezón de los cabezones”, afirma Sergio Tallón, el adiestrador de Senda Canina.
Por lo tanto, darle una educación ejemplar desde cachorro es fundamental para presumir después de perro.
Cómo educar a tu bóxer: 3 trucos infalibles para que esté sano mentalmente
1. No le dejes ponerte las patas encima
“Desde el minuto uno, que no salte, que no ponga las patas sobre alguien al saludarle. Esto es un gran problema que tienen todos los bóxers: se emocionan con mucha facilidad y ante cualquier persona, visita, incluso otro perro, echa las patas. Y ojo, es una costumbre muy difícil de quitar”, subraya Tallón.
La forma de corregir esto, o mejor, evitarlo antes de, “es enseñar a estar tanto con personas como con otros perros. Por lo general, el bóxer se excita mucho ante esos estímulos, saltan y son muy brutos, incluso cuando llega otro perro le invade”, continua diciendo el educador.
2. Desfogar energía
Son perros activos y hay que darles un poco de actividad, también acorde a su físico puesto que son perros braquicéfalos (tienen problemas respiratorios).
''Por ejemplo, con altas temperaturas debemos evitar que el perro haga ejercicio. Son perros grandes y hay que tener cuidado por las zonas en las que se salga a correr porque se puede hacer daño en las articulaciones. Es un perro un poco difícil en este sentido: hay que darle caña física, pero que no se haga daño”, afirma el educador de Senda Canina.
3. Calma, paciencia y tranquilidad
O para ser más exactos, “caaalma, mucha caaalma”, insiste Tallón alargando las vocales. “El bóxer ya de por sí es un perro con entusiasmo, con nada se viene arriba. Enseñarle con voces, con castigo, no sirve de nada, solo le altera. Cuanto más calmado le enseñes lo que sea, mejor que mejor”.
Durante su educación es muy importante mantener la paciencia y transmitirle esa tranquilidad al bóxer.
“Enseñarle un buen ‘sienta’, ‘tumba’ ayuda a que cuando conozca a una persona o a otro perro puedas controlar al perro y que para él no sea un problema. Que asocie que ese ‘siéntate, túmbate y espérate’ cuando tiene a un tipo al lado tiene que estar en calma y lograr eso sin necesidad de que suponga un follón de ‘quieto’, y decir cuarenta veces ‘no’", añade Tallón.
El bóxer es un perro muy cariñoso, muy social, muy ‘friendly’, y la calma es la clave para educarlo.