Hay personas que, para evitar un gato traumatizado por visitar al veterinario, no le llevan hasta que no hay más remedio o buscan servicio a domicilio. Esto puede suponer un problema extra para la salud del felino, pese a que acudir a consulta pueda provocar que el gato esté ansioso y viva un proceso de recuperación por el trauma.
¿Por qué a mi gato le resulta tan difícil ir al veterinario?
Para entender por qué a un gato le supone tanto trauma ir al veterinario, hay que comprender que para un minino cualquier cambio en su entorno habitual –vuestra casa – le genera estrés: mover los muebles de sitio, unas vacaciones, horarios nuevos de los humanos… Imagina sacarlo de casa.
¿Por qué mi gato se enfada de camino al veterinario?
El miedo en gatos a ir a consulta suele comenzar con el viaje al veterinario. Hay que ponerse en su piel: te sacan de tu ambiente cotidiano, de tu casa; te meten en un transportín; vas en un coche en movimiento y acabas en un sitio repleto de olores desconocidos.
La ansiedad en gatos puede comenzar en estos viajes resultando aún más traumáticos, sobre todo para los gatos que nunca abandonan la seguridad de su hogar y no están acostumbrados a los sonidos y olores de personas u otros lugares nuevos.
Mi gato está muy asustado y araña al veterinario: ¿qué debo hacer?
Para los gatos con traumas, antes de la cita con el veterinario sería bueno comentar ese miedo del minino. Los veterinarios están capacitados para manejar a los gatos. Además, puedes preparar a tu gato para una visita lo más llevadera posible:
- Primer paso. Es importante crear asociaciones positivas con el transportín del gato. Asegúrate de cubrir el transportín con una tela o manta para que el gato se sienta seguro y protegido.
- Segundo paso. Trabajar con el gato para que sienta como normal que le toquen sus patas, cola, orejas y cara. Las recompensas con chuches o convertir esas caricias o manipulación en juego suelen funcionar. Hazlo de forma gradual.
- Tercer paso. Llegados al veterinario, háblale a tu gato en un tono calmado. Los gatos son muy sensibles al medio que los rodea, es decir, si te sientes estresado, tu gato lo percibirá también. Confía en las habilidades del veterinario.
Mi gato sale traumatizado del veterinario
Que haya gatos traumatizados después del veterinario pese a los pasos anteriores, puede ser normal, especialmente las primeras veces. Al llegar a casa, el comportamiento de los gatos cambia, se encierran en sí mismos, se esconden o se vuelven difíciles de manejar, intentando huir o mordiéndote cuando vas cogerlos.
¿Por qué mi gato se comporta de forma extraña después de ir al veterinario?
Aquí está una de las respuestas a qué tienen miedo los gatos, como el trauma por ir al veterinario. Si actúan de forma extraña incluso al regresar a la seguridad de su hogar, es debido a su condición de animales territoriales, llegan a casa sintiéndose desorientados y confundidos.
Aparte, si en casa hay más de un gato, es posible que se peleen en ese reencuentro. Esto es porque el gato que viene de fuera tiene un olor diferente. Un remedio útil es frotar una prenda de casa sobre el gato para reemplazar los olores del exterior.
Gato traumatizado y con ansiedad: síntomas
Los síntomas de un gato traumatizado y con ansiedad tras el veterinario, pueden traducirse en un gato que marca el interior de la casa, se esconde o se rasca excesivamente. Si tu gato parece enfadado, es una reacción normal de un gato con miedo. Tenlo en cuenta por si adquiere un comportamiento agresivo.
¿Cómo calmar a un gato para ir al veterinario? 5 técnicas
1. El uso adecuado del transportín del gato
Dado que la respuesta a qué asusta a los gatos en el veterinario comienza en el propio viaje, lo primero será comprar un transportín adecuado:
- Debe ser lo bastante amplio como para que el gato pueda girar y acostarse cómodamente. Que entre un poco de luz es bueno, así como cubrirlo con una tela o manta.
- Hacer del transportín un espacio agradable. Desde el primer día, dedica tiempo cada semana a hacer que el transportín sea un lugar agradable para estar. Coloca una manta en su interior y anima al gato a entrar con algunas golosinas sabrosas.
- Cada vez que se acerque al transportín o se suba a él, recompensa al gato con chuches. Con esto creará asociaciones positivas.
- Asegura bien el transportín en el coche para que el gato se sienta lo más seguro posible.
- Una vez estéis en el veterinario, mantén el transportín alejado del suelo. Esto evitará que el gato vea movimiento de perros, piernas humanas y otras cosas aterradoras para él.
2. Mantén la calma y tranquiliza a tu gato
Tanto en la visita al veterinario como de vuelta a casa, mantén la calma. Puede ser difícil al ver a tu gato con miedo, pero recuerda que los felinos son muy perceptivos y puedes contagiarle ese estrés. Habla en un tono suave y evita movimientos rápidos.
3. Crea un espacio seguro y déjalo estar
Para ayudar al gato a superar su trauma en el veterinario y sentirse seguro en casa, necesitará tiempo para volver al gato feliz que es en su hogar. Un espacio oscuro y acogedor con mantas de olores familiares puede ser muy tranquilizador para un gato traumatizado.
4. No busques la interacción del gato
Dejar que tu gato sea quien busque interaccionar contigo. El gato acaba de ser manipulado en el veterinario e incluso pudo recibir un tratamiento doloroso. Acercarte a tu gato aunque sea para darle mimos antes de que esté listo podría perturbarlo aún más.
5. Acepta el miedo y presta atención
Una vez que sea el gato quien busque la interacción contigo, construir una conexión positiva y cariñosa puede ayudar mucho a su recuperación. Mantener a tu gato activo a través del juego puede ayudar.
Y recuerda, el primer paso para ayudarlos a superar su experiencia traumática es recordar que el trauma no es algo que simplemente podamos superar sin más. Debemos aceptar el miedo y la inseguridad que acompañan al trauma y trabajar para fomentar su recuperación.