Estimado Beto, la Biblia no menciona específicamente este asunto con relación a ninguna mascota o animal. Sin embargo, a lo largo de toda la Biblia podemos ver y constatar que todo ser vivo alaba -a su manera particular- al Señor porque saben que ÉL ES BUENO. También se menciona que la creación entera -la naturaleza- clama por la manifestación de "los hijos de Dios".
Esto da cuenta al menos de 3 aspectos que espero te reconforten:
- A diferencia de nosotros como seres humanos, los animales sienten o están conectados con la esencia divina; es decir, ellos simplemente viven su vida y paso a la muerte de forma distinta y mejor que varias personas; no es cuestión de que tengan fe (como nosotros).
- Cada género y especie fue tan importante, que desde génesis se le encomendó al ser humano su estudio, comprensión y darles nombre; haciendo mención que sería para "enseñorearse" (cuidado, gobierno y preservación)de ellos. Debido al pecado, hay una corrupción que padece la naturaleza (no hemos sabido cumplir con dicho mandato) pero Dios siempre se ha preocupado por cada una de sus creaturas, permitiendo y dando aún indicaciones para salvarlos en su momento oportuno (pregúntale sino a "Don Noé").
- Cada ser -por muy pequeño que nos parezca - tiene propósito y debe cumplir con ello antes de que Dios permita su muerte. Una paloma regresó al arca cada ocasión que no había tierra seca y también dejó constancia del cuándo ya era seguro bajar de ésta. Un león muerto fue usado para salvar la vida de Sansón. Un burro"profetizó" la salvación de Israel cuando un falso profeta corrupto quería lanzar maldición. Otro humilde burrito fue escogido para llevar al maestro y Señor Jesús el día que entró a Jerusalem...por darte algunos ejemplos.
En lo personal comprendo bastante bien tu tristeza porque he tenido la fortuna y bendición de haber contado con diferentes mascotas, que años más tarde se han ido. Mi confianza es estar conciente de lo anterior -entre otras cosas que la Biblia en su lectura nos deja saber- y ser cada día más agradecida y procurar ser más reflexiva respecto al regalo y aprendizaje que cada ser nos regala con su presencia...Dios, sin lugar a dudas, siempre es bueno y, aunque a veces nos duela y no podamos comprender las cosas que suceden, siempre está con y entre nosotros.
Mucho ánimo y, cuando te sea posible, abre tu espacio y corazón para seguir amando a otros animalitos; quienes, dicho sea de paso, estoy segura te podrán también seguir dando mucho de sí en tu vida.